Con tantos frentes abiertos en el segundo verano de la pandemia y los dos principales mercados emisores pendiendo de un hilo en un entorno que depende de «las decisiones políticas» de Alemania y Reino Unido, es harto complicado hacer estimaciones. Sin embargo, la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) prevé que para una o dos semanas vista la ocupación oscilará en agosto entre el 60 y el 65%. El mejor mes de cada verano va a ser más decisivo que nunca en el resultado de la temporada 2021, después de un julio en el que la actividad turística ha sobrevivido, que no es poco, a pesar de la virulencia de la quinta ola de la covid.
La isla afronta agosto con un 88% de su planta hotelera operativa. Hay 732 hoteles abiertos, del total de 824 asociados en la patronal. De ellos, 29 establecimientos han tomado la decisión de iniciar su actividad este mes, informa la FEHM a través de una nota de prensa. Hay que tener presente que la mitad de los hoteles no se abrieron hasta junio.
La patronal hotelera ha pasado página a julio sin hacer un balance sobre la ocupación alcanzada.
Los empresarios, se alega, están centrados en sacar adelante el verano que se creía salvado por el avance de la campaña de vacunación y que se ha visto desbaratado por la tasa desbordada de los contagios de coronavirus.
La patronal pasa página a julio sin hacer balance por las oscilaciones, aduce, entre los establecimientos
Tras un junio en el que según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), Balears alcanzo un 44% de ocupación, por encima de la media estatal (37,5%), julio ha dejado tan alta disparidad en la actividad turística que dependiendo del mercado emisor dominante en cada zona vacacional ha tenido altas oscilaciones, entre el 20 y el 70%, esgrime la FEHM, remitiéndose al comunicado que se difundió a finales de aquel mes.
Reservas ficticias y reales
La patronal que preside María Frontera, una vez consultadas sus 23 asociaciones zonales, destaca que agosto jugará un papel decisivo en el resultado global del verano 2021. Frontera señala que los cambios de postura de los mercados emisores «e incluso los rumores» previos, como el que ha prevalecido esta semana desde el Reino Unido situando a España con un pie dentro de la lista roja de su semáforo -que implica guardar cuarentena en hoteles británicos pagando la manutención y estadía- llevan a que la inseguridad lastre las reservas. Por tanto, las fluctuaciones en la curva de las mismas y las cancelaciones son una constante y se complica saber «cuántas son ficticias o reales» hasta que el cliente, que se siente seguro hospedado en la isla, subraya la FEHM, se presenta, explica la líder empresarial. A pesar de que la flexibilidad para cancelar, así como una capacidad de reacción a la velocidad de la luz en la gestión hotelera es ya una constante en el sector.
En julio los descuentos estuvieron a la orden del día para animar a una demanda desconfiada por la quinta ola de la covid. Nada hace indicar que en agosto no se repita el escenario. La rentabilidad ha bajado con la caída de la ocupación y los ERTE, «el balón de oxígeno» para la industria, se deberán prologan», recalca Frontera.
Ya descontando días de agosto, un 7% de establecimientos que fueron retrasando su apertura han decidido que no abrirán. En el lado positivo, por el momento la patronal no tiene constancia de cierres.
Sóller con sus 32 hoteles abiertos, Platja de Muro, Cala Millor o Cala d’Or, entre otras, son las zonas con más plazas operativas. Por contra, Calas de Mallorca, Santa Ponça y Palmanova-Magaluf, por su dependencia del golpeado mercado británico, son las que mantienen más hoteles cerrados.
