Antoni Gayà ha sido elegido para continuar al frente de la patronal de comercio de proximidad Afedeco, cargo al que accedió en diciembre de 2019 tras la renuncia de su predecesor, según informó ayer la entidad.

En este mandato le acompañarán los tres vicepresidentes que actualmente formaban parte de la dirección, Bartolomé Servera, Miguel Ángel Salvá y Francisco Sobrino, y, como tesorero, Joan Noguera. La gerencia a cargo de Antonio Vilella.

Desde Afedeco recordaron que, pese a las consecuencias de la pandemia, «se ha mantenido el pulso de la situación y se ha conseguido mantener la patronal a flote», llegando a incrementar en un 15% su número de asociados en Mallorca tienen 4.000 socios.

Este aumento, registrado «en el peor momento económico de los últimos años, se ha debido a la cercanía de la patronal con los comerciantes, sus problemas y sus reivindicaciones, y a su visión neutra y apolítica de los acontecimientos», enfatizó Gayà.

En este sentido, Afedeco ha mantenido «una oposición muy fuerte» a proyectos como el que se está llevando a cabo en la zona de Nuredduna, el Plan Palma Camina o la «problemática creada de manera innecesaria» en la calle Unión y la plaza del Mercat.

Sin embargo, también se han alabado las iniciativas llevadas a cabo por la dirección general de Consumo del Govern, «porque han ayudado a mejorar la situación de los comerciantes o, más recientemente, los bonos de carácter social que va a destinar al departamento de Participación Ciudadana de Palma para las familias más vulnerables».

Con la renovación de su equipo de gobierno, Afedeco busca «seguir apostando por el comercio de toda la vida, el de barrio» y conseguir «una ciudad viva en la que se sienta ese trato especial que da el comercio de proximidad».

Por ello, seguirán insistiendo ante los poderes públicos «para situar al comercio en el lugar que le corresponde, por su gran participación en el PIB, por sus cifras de negocio y por ser el primer sector en volumen de empleo estable», así como para recuperar los centros urbanos de las ciudades que se están vaciando «de manera preocupante», concluyó Gayà.