El conseller de Educación y Formación Profesional, Martí March, estableció ayer como claves del próximo curso escolar «la seguridad, la presencialidad y la mejora de atención de alumnos con más dificultades». March compareció en el Parlament después de la celebración de la Conferencia Sectorial de Educación en que los ministerios de Educación y Sanidad y comunidades autónomas acordaron las líneas que marcarán el curso que viene.

Así, destacó que para el próximo curso «se ha trabajado sobre tres ejes, por un lado, garantizar que los centros continúen siendo entornos seguros y saludables, adaptando las medidas preventivas para mejorar aspectos pedagógicos. Por otro, procurar la presencialidad completa a todos los niveles. Y, por último, mejorar la atención a los alumnos con más dificultades y al que se ha visto más afectado desde el punto de vista educativo y socioemocional por la situación de la pandemia».

Acuerdo con las sectoriales

Además, quiso recordar que la semana anterior se trataron los protocolos que se aplicarán el próximo curso en la Mesa Sectorial y en las mesas de madres y padres, de directores y de la concertada y ayer se publicaron en el BOIB. March valoró que «han sido debates tranquilos y constructivos con todos los colectivos que en general han hecho una valoración positiva del curso y han señalado aspectos a mejorar».

March destacó, asimismo, la experiencia que han logrado tanto los centros como la Conselleria tras un curso completo gestionado en convivencia con la pandemia. Por este motivo, pidió «serenidad y prudencia a todos, especialmente a los políticos». «Creo que tanto los centros como los técnicos de Salud y Educación nos hemos ganado un voto de confianza tras un curso extremadamente complicado como el actual». En este sentido, el conseller manifestó que hay iniciativas de este curso que se mantendrán el próximo por su «utilidad para los centros», como el servicio EduCOVID y el servicio de sustituciones exprés del profesorado.

ANPE denuncia la elección a dedo del profesorado

El sindicato ANPE reiteró ayer su rechazo a la nueva ley educativa que el Govern aprobará hoy, al considerar que hay líneas rojas tales como el perfilamiento de las plazas o la elección a dedo del profesorado que son contradictorias con la LOMLOE.

En palabras de la entidad, hay aspectos de primer orden que la ley deja sin resolver, como es la insularidad. «Nos ha parecido sorprendente que no se resuelva el sobrecoste que genera vivir en una isla, añadiendo el problema de la búsqueda de alquileres y que éstos sean muchas veces abusivos», criticó ANPE en una nota, en la que detallaba que esta cuestión «dificulta la cobertura de las substituciones del profesorado, especialmente agravada en Eivissa y Formentera».

Desde el sindicato también destacaron que echan en falta medidas que ayuden a la conciliación de la vida laboral y familiar, «que ahora mismo recaen directamente sobre las espaldas del profesorado y requieren de una solución más amplia, que esta ley no desarrolla».