Familiares de pacientes ingresados en Son Llàtzer se han puesto en contacto con este diario para denunciar que las largas colas que han de aguardar antes de visitar a sus allegados ingresados a consecuencia de las medidas de seguridad y de distancia social impuestas por la pandemia de coronavirus ingresados suponen una merma considerable del tiempo que tienen para estar con ellos.
Este es el testimonio de una de las familiares afectadas: «Cada día los familiares de los pacientes del hospital de Son Llatzer y otros hospitales tienen dos horas al día, de 13:00 a 14:00 horas de la tarde y de 19:00 a 20:00 horas de la noche para ver a sus familiares ingresados en las distintas plantas del hospital, en mi caso en la planta cuarta de Oncología», comienza.
«Pero los familiares tenemos que hacer colas de veinte o treinta personas cuyo tiempo perdido, según las dimensiones de la cola, son de unos veinte o treinta minutos. Me da un total de media hora o cuarenta minutos para poder ver a mi hermana, que recibió un trasplante de corazón a sus 16 años y ahora, a los 35 años, le han diagnosticado un cáncer», explica la familiar afectada.
Una usuaria del Servei de Salut que concluye que «es indignante que cosas así no salgan en la portada de los periódicos. ¡Pero que los bares estén bien abiertos, eso sí! ¡Está claro que importa más la economía que la salud!», interpreta la usuaria la situación de las visitas en el hospital de Son Llàtzer.
Preguntado el centro asistencial que se ocupa de la población del Migjorn de Mallorca, fuentes del departamento de comunicación aseguraron que «la dirección no tiene constancia de esta problemática, hoy a la 13:00 horas [por ayer] haremos un control y si es así se tomarán las medidas oportunas», aseguraron. Las quejas ciudadanas por las medidas de seguridad han sido constantes durante esta pandemia.
