El operativo policial diseñado para evitar la celebración de grandes fiestas de Nochevieja en Mallorca por la crisis del coronavirus fue un éxito. La madrugada transcurrió sin incidentes graves y los agentes de la Policía y la Guardia Civil solo tuvieron que actuar ante una concentración en Camp Redó, en Palma, y en una pizzería de Son Servera donde se habían reunido decenas de personas sin cumplir las restricciones impuestas por el coronavirus. Aunque hubo numerosos avisos de fiestas supuestamente ilegales en viviendas, los funcionarios certificaron que en todas se cumplían las medidas sanitarias.

La intervención más destacable en Palma se produjo poco antes de las dos de la madrugada, cuando la Policía descubrió que numerosas personas estaban reunidas en una calle de la barriada de Camp Redó. La llegada de las patrullas llevó a los participantes a dispersarse, aunque nueve de ellos fueron interceptados poco después y denunciados por incumplir el toque de queda.

El operativo policial evitó la celebración de grandes fiestas en Mallorca y no hubo incidentes graves

La Guardia Civil, por su parte, acudió el jueves por la tarde a una pizzería de Son Servera junto a un patrulla de la Policía Local. Allí se habían congregado decenas de personas que al ver a los agentes escaparon a toda prisa. El propietario del negocio fue denunciado por no cumplir las restricciones

El operativo policial se extendió también a las carreteras de toda Balears, donde fueron controlados 135 vehículos. Siete conductores fueron sancionados por circular bajo los efectos del alcohol y cuatro, por ir drogados.

En Eivissa, dos hombres fueron detenidos cuando preparaban una fiesta multitudinaria de Nochevieja en la urbanización Can Furnet (Santa Eulàlia). Cuando fueron interceptados transportaban seis litros de óxido nitroso, conocido popularmente como gas de la risa. En las horas siguientes, la Guardia Civil identificó y sancionó a nueve personas que, incumpliendo las restricciones de movilidad, acudían a la celebración desmantelada.