Coronavirus y crisis económica marcaron ayer el discurso con el que la presidenta del Govern, Francina Armengol, abrió el primer debate sobre el Estado de la Comunidad de esta legislatura, con la respuesta a la pandemia como la gran protagonista. De hecho, su primer gran anuncio se centró en anunciar medidas más restrictivas para controlarla, con la reducción de 10 a 6 del número máximo de personas en reuniones sociales y familiares en Mallorca y Eivissa.

“Si la curva no baja, tendremos que evaluar la aplicación de medidas más restrictivas”, advirtió Armengol, quien dejó claro que esta nueva limitación “se aplicará el tiempo que haga falta para doblar la curva”. En este sentido, si bien recordó que la segunda ola de aumento de los casos de coronavirus en Balears iniciada en agosto se ha conseguido frenar, los datos indican que “se ha estancado en cifras demasiado altas”.

“Un repunte o una tercera ola no nos puede coger con cifras tan elevadas de afectación”, resaltó Armengol. Así, sostuvo que “la situación, ahora mismo, no es buena, por mucho que Balears aparezca entre las comunidades menos afectadas por la covid”, ya que “la realidad” es que las islas continúan “en zona de riesgo medio y el objetivo no puede ser otro que llegar a zona de riesgo bajo” de tal modo que “los 140 casos por 100.000 habitantes en 14 días deben pasar a ser menos de 50” y bajar la tasa de positividad al 5 por ciento, entre otros aspectos.

“Necesitamos como el aire que respiramos seguir bajando la curva”, insistió la jefa del Ejecutivo tras realizar un detallado relato de las medidas adoptadas hasta ahora por su Govern. Armengol incidió a lo largo de toda su intervención en que la recuperación económica ante la crisis que ha provocado el coronavirus depende del control de la pandemia. «Si no bajamos la curva no conseguiremos cortar la transmisión del virus, pero tampoco podremos restablecer una cierta normalidad ni podremos recuperar nuestra economía», afirmó.

En este sentido, anunció que el Govern está «ultimando un sistema de niveles de afectación para que todos tengan claro en qué situación nos encontramos en cada momento y qué medidas se deben seguir en cada escenario» ya que en el caso de Balears está claro que «no hay ninguna dicotomía entre salud y economía, sin salud no habrá economía». En esta línea, cabe destacar que fuentes del Govern informaron ayer a Europa Press de que Balears «no se plantea de momento» pedir un toque de queda debido a la situación sanitaria por la pandemia del coronavirus.

A pesar de ello, Armengol no ocultó la gravedad de la situación, ni sanitaria ni económica dejando claro que Balears es de las más perjudicadas por su excesiva dependencia del turismo. «No podemos vivir de un solo sector, por muy fuerte y competitivo que sea», defendió tras resaltar su apuesta por «un turismo seguro, de calidad y diversificado», a la vez que se abren «nuevos campos» como las energías renovables o la tecnología.

Sin embargo, admitió que a corto plazo se precisan medidas para paliar las consecuencias laborales del coronavirus en las islas. En este sentido anunció que a finales de este mes el Govern aprobará «medidas urgentes en un plan de choque extraordinario de 72 millones de euros que beneficiará a más de 30.000 trabajadores» de Balears.

Sin embargo, la mayor parte de los proyectos que anunció se centraron en los fondos de la Unión Europea para paliar los efectos del coronavirus. Entre ellos, resaltó la presentación del proyecto de tranvía de la Bahía de Palma hasta el aeropuerto y el Arenal, que incluirá «la conexión desde la plaza de España hasta Son Espases con tranvía, aprovechando buena parte del recorrido del tren de Sóller». Esta inversión supondrá, según dijo, «actuaciones de más de 485 millones de euros».

Junto a ello anunció que también se presentarán proyectos para obtener financiación de la UE dirigidos a la recuperación integral en las zonas turísticas de Magaluf, Platja de Palma, Cala Millor, Sant Antoni y Sant Josep. A ello añadió acciones de innovación y ciencia para convertir a Balears en un «polo de innovación digital, biomédica y sanitaria», una iniciativa que permitirá optar «a fondos europeos por un importe de más de 169 millones de euros». Otro de los ámbitos para optar a la financiación de la UE será el de «un gran pacto del agua» que «movilizará, con apoyo europeo, hasta 600 millones de euros».

La presidenta, además, aprovechó su discurso para hacer una llamada a la unidad política en Balears con el fin de luchar contra la pandemia, para lo cual utilizó el caso de Madrid en oposición a las islas con un duro ataque a la presidenta popular Isabel Díaz Ayuso. «En Balears no se ha caído en una disputa partidista estéril», resaltó Armengol, para quien «la ciudadanía no está en disposición de aguantar episodios como el que se vive en Madrid» ya que «la lucha contra la pandemia no permite la división y el enfrentamiento porque solo allanan el camino para que el virus avance».

Promete aparatos para el control del aire en los colegios

La presidenta Francina Armengol se comprometió en su discurso de ayer a que todos los centros educativos de las islas dispondrán de un aparato de control de la calidad del aire y, «si hace falta», de un dispositivo de filtraje, para lo cual ya se ha iniciado el trabajo con las escuelas. «Sabemos que la ventilación de los espacios cerrados es esencial en la lucha contra el virus y queremos que las escuelas sigan siendo lugares seguros para alumnos y profesores», dijo Armengol, quien resaltó que la apertura de colegios e institutos y el inicio del curso académico no han tenido gran incidencia en los niveles de transmisión comunitaria.