El sector de la alimentación lleva semanas detectando un descenso en el valor de las compras que realizan los ciudadanos de las islas, no provocado por un recorte en el número de productos que se adquieren, sino por la elección de los de menor precio. La situación del pequeño comercio, especialmente en el caso del textil, es todavía peor, y una tienda puede levantar la barrera a primera hora de la mañana y bajarla a última de la tarde sin haber ingresado ni un solo euro en toda la jornada. El miedo y el empobrecimiento de los hogares explican este desplome del consumo, tan intenso que incluso se pone en duda si este año merecerá la pena impulsar la campaña del Black Friday, que debe de coincidir con el día 27 del próximo mes.
En el caso de la alimentación, la bajada en la facturación también está afectando al sector, en primer lugar por la falta de turistas, a lo que se suma la ausencia de muchos trabajadores que se desplazaban a la isla en verano a hacer la temporada.
Pero también se está detectando un cambio en los hábitos de los residentes, con una tendencia creciente por la elección de marcas blancas, productos frescos y aquellos que muestran un precio más reducido, frente a una bajada en aquellos más caros o no esenciales, como las bebidas alcohólicas, según apunta el presidente de la agrupación balear de comercio (Abaco), Joan Ripoll.
Así, señala aumentos en la demanda de carnes como el pollo, verduras, pescados de menor precio e incluso, entre los embutidos, de la mortadela. Y con la previsión de que estas Navidades se avanzarán las compras de algunos alimentos para evitar el encarecimiento que sufren a acercarse la Nochebuena.
La situación del comercio tradicional es peor, con muchas jornadas en los que los establecimientos cierran con ‘ceros’, es decir, sin formalizar una sola venta, según señala el presidente de la asociación de Jaume II, Pedro Mesquida. La paralización del consumo de los residentes es tal que desde el sector se hace un llamamiento para los consumidores apoyen a las empresas locales haciendo en ellas sus compras en lugar de recurrir a las plataformas de internet. Es por ello que se reconoce la preocupación ante la posibilidad de que el Black Friday apenas mejore esta situación.
