Pese a que las residencias de ancianos de Balears ya acumulan un total de 117 fallecimientos, 28 de ellos producidos en la segunda oleada con unas autoridades que ya deberían estar avisadas de la peligrosidad de los contagios en ese ámbito, solo se han comenzado a realizar PCR a los trabajadores de esos centros que regresan de permisos o vacaciones desde el pasado lunes.

Esta circunstancia fue revelada ayer por el director asistencial de Cruz Roja, Joaquim Torrebella, ya que a esta institución ha encargado el Institut Mallorquí de Afers Socials (IMAS) el cribado de todos los centros residenciales de las Islas para evaluar en qué situación real se encuentran en esta fase de la pandemia del coronavirus.

“A todos los trabajadores de las residencias que vuelven de vacaciones o que han disfrutado de un permiso de 72 horas les hacemos una PCR cuarenta y ocho horas antes de su reincorporación a su puesto de trabajo para evitar que lo hagan contagiados”, reveló el director médico señalando a continuación que estos PCR preventivos se habían comenzado a realizar el pasado lunes, tan solo veinticuatro horas antes.

Precisamente ayer la consellera de Salud, Patricia Gómez, informó en el Parlament de dos nuevas muertes en residencias de Mallorca, una en la Seniors de Montuïri y otra en la Seniors de Sant Joan que eleva el total de fallecimientos en este último establecimiento hasta los 11. En este centro actualmente hay 88 usuarios afectados, 56 aún con el contagio activo, 21 curados y los 11 óbitos mencionados. En cuanto a los profesionales contagiados eran 33, 17 con el contagio activo y 16 curados.

Pero lo que llama la atención es que estos PCR preventivos se hayan puesto en marcha de forma tan tardía cuando ya el propio presidente del IMAS, Javier de Juan, había señalado hace ahora una justo una semana a los empleados de las residencias como los principales responsables de la nueva entrada del coronavirus en estos establecimientos durante esta segunda oleada.

Habida cuenta de que las visitas de familiares se están llevando a cabo siguiendo unas estrictas medidas de seguridad y de que a los residentes con autonomía personal sí se les están restringiendo las salidas para evitar que regresen con el virus, De Juan apuntó a los empleados como posible vía de entrada del agente patógeno en estos puntos tan sensibles.

Sin alarma no hay intervención

Preguntado el presidente del IMAS por los motivos por los que no había intervenido ninguna de las residencias más afectadas, De Juan aclaro que esa decisión es de competencia exclusiva de la conselleria de Salud que, a su vez, señaló que solo estando en estado de alarma hay cobertura legal para una medida de este tipo y que la comunidad autónoma tendría que decretarlo previa autorización de Madrid antes de poder intervenir algún centro.