Un invierno con bajada en la facturación y Navidades austeras

? En el sector de la alimentación se reconoce que resulta muy complicado hacer previsiones sobre el comportamiento del consumo más allá de un mes vista debido a los constantes cambios que la emergencia sanitaria está provocando. Pero a pesar de ello, se admite que el panorama de lo que se avecina dista de ser halagüeño, ante el evidente empobrecimiento de las familias residentes.

Una de las dudas sobre la mesa es si se van a decretar o no más confinamientos, lo que podría provocar nuevos cambios de comportamiento (hay que recordar la obsesión por acumular papel higiénico que se vivió a finales de marzo).

Pero se insiste en que, por ahora, lo que está sucediendo comienza a recordar lo que se vivió en los años más duros de la crisis anterior. Por ello, la estimación inicial del sector es que el actual comportamiento, de buscar aquellas gamas de productos o marcas más económicas, es el que va a preponderar, lo que lleva también a vaticinar unas Navidades más austeras.

De este modo, se espera una menor demanda de las marcas de turrones más caras, y de otros alimentos como el marisco.