La Universitat de les Illes Balears ha preparado una planificación docente para el primer semestre del curso, que empezará en septiembre, por la que priorizará las clases presenciales de grupos medios y pequeños de alumnos, reduciendo la capacidad máxima del aula con el fin de mantener la distancia de seguridad. En cambio, para el alumnado de grupos grandes para los que no se dispongan de aulas en las que sea posible mantener la distancia se ha optado por una asistencia presencial rotatoria, de tal modo que una parte acudiría a clases físicamente una semana y a la siguiente lo hará otro grupo. El resto seguirá las clases por vía telemática.

Así lo explicó el rector de la UIB, Llorenç Huguet, y el vicerrector de Docencia, Joan Frau, dejando claro que estos serán los criterios generales. Así, precisaron que si bien se entiende por grupos grandes aquellos que superan los 70 alumnos, el criterio no dependerá solo de la cifra sino también de la dimensión de las aulas. Aunque la UIB aun no sabe la cifra concreta de grupos de un elevado numero de alumnos, Huguet recordó que los que cuentan con más estudiantes son en general las facultades de Economía, Derecho, Educación y Filosofía.

Las asignaturas de prácticas de laboratorio y clínicas y las que se realicen en aulas de informática, musica, plástica o espacios para educación física se programarán de manera presencial y cuando sea necesario se utilizarán equipos de protección, mamparas o medidas adicionales para prevenir el coronavirus.

En la actualidad, en las instalaciones del campus hay 144 aulas para la docencia teórica, en las que se impartirán las casi 1.000 asignaturas previstas para el primer semestre del curso.

Junto a ello, el rector explicó que la inversión extraordinaria que ha debido realizar la UIB en estos meses para respetar las normas contra la pandemia y continuar con la vida académica ha supuesto unos 850.000 euros, una cifra que ya ha trasladado al conseller de Educación, Martí March, con el fin de que el Govern se haga cargo de este gasto. Según precisó, March ha aceptado y ha trasladado la petición a la conselleria de Hacienda. Además, Huguet confió en que los 400 millones que el Ministerio dedicará a educación superior sean finalistas, por lo que una parte importante de los que correspondan a Balears vayan a parar a la UIB, si bien aun se desconoce la cifra que llegarán a las islas.

El rector afirmó que el sistema informático de la UIB ha funcionado bien durante el período de docencia no presencial del segundo semestre del curso 2019-2020, aunque se realizará un estudio de las necesidades para aumentar los recursos del sistema informático por si es necesario incrementar la docencia no presencial por las medidas sanitarias que se adopten en función de la evolución de la pandemia.

No obstante, aseguró que la capacidad para impartir las clases telemáticas está garantizada. En este sentido, resaltó que en los últimos meses hubo 6.000 conexiones al mismo tiempo y la red de la UIB lo soportó sin problemas. Según los datos que ha aportado, el 95 por ciento del profesorado y e 85 por ciento de los alumnos siguieron las clases online. "El alumnado es millennial, está acostumbrado a esta realidad", comentó Huguet.

Frau, por su parte, incidió en que si bien la UIB ha preparado el nuevo curso para que se realice con la máxima normalidad, también trabaja en un plan de contingencia con distintas posibilidades por la evolución del coronavirus que puedan obligar a cerrar total o parcialmente el campus. En concreto, se trabaja para tres posibles escenarios más: el confinamiento total, el cierre de uno de los edificios de campus o que un municipio o barrio queden confinados, lo que afectaría al alumnado y profesorado de esa zona. "Se trabaja en la posibilidad de cambios sobre la marcha", apostilló Huguet al respecto.

En lo que se refiere a los exámenes, el primer semestre del curso se programarán para que se realicen como norma general de manera presencial, si bien los profesores podrán optar por realizarlos en línea.