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Construcción

Los promotores paralizan la mitad de los proyectos para nuevas viviendas

La incertidumbre económica generada por la Covid-19 y los problemas de muchas familias para acceder a una hipoteca ponen en hibernación numerosas promociones hasta la próxima Semana Santa - Se acusa al Govern de haber acabado con la posibilidad de levantar pisos asequibles

La Covid-19 también ha frenado al sector de la construcción. G. Bosch

Aproximadamente la mitad de los proyectos que había sobre la mesa para la edificación de nuevas viviendas en Mallorca han quedado paralizados, al menos hasta principios del próximo año, a la espera de que se despejen las incertidumbres económicas actualmente existentes a causa de la Covid-19 y los problemas de muchas familias para poder acceder a una hipoteca, según advierte el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Balears (Proinba), Luis Martín.

Desde esta organización empresarial se reconoce que la enorme dependencia que la economía de las islas tiene del turismo, y el impacto que el coronavirus está teniendo sobre esta actividad, ha llevado a poner el freno de mano al sector promotor, tanto por parte de los grandes grupos dedicados a esta actividad, algunos de los cuales están aplicando expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) de enorme calado, como entre las firmas locales.

Como ejemplo, se señala el caso de una empresa mallorquina que tenía en marcha tres proyectos para levantar un total de 40 viviendas, y que finalmente solo pondrá en marcha uno con tres residencias a partir de septiembre (su perfil destinado a la clientela extranjera hace que su comercialización implique menores riesgos), dejando los otros dos, con los 37 pisos restantes, paralizados hasta que se despeje el horizonte económico.

Problemas con las hipotecas

Uno de los problemas apuntados por Luis Martín, que está frenando la puesta en marcha de nuevos proyectos, es el endurecimiento que las entidades bancarias están aplicando a la hora de conceder hipotecas, evitando a aquellos clientes directamente afectados por ERTEs o con un puesto de trabajo especialmente vinculado a las actividades más afectadas por la crisis de la Covid-19, grupo este último en el que se encuentran las empresas turísticas y, consecuentemente, un porcentaje muy alto de los trabajadores de Mallorca.

Pero además se recuerda que las empresas isleñas, tanto las vinculadas a la promoción inmobiliaria como las de cualquier otra rama de actividad, tienen por delante una extraordinaria incertidumbre respecto a cómo va a evolucionar la temporada turística, si puede haber rebrotes en los contagios y el impacto que éstos pueden llegar a tener en esa llegada de visitantes. Y en este contexto, no se quieren correr riesgos, es decir, no es el mejor momento para poner en marcha nuevos proyectos e inversiones.

Porque la gran ventaja, subraya Martín, es que esta crisis sanitaria, a diferencia de lo que sucedió en 2008, ha pillado a las empresas promotoras notablemente saneadas y sin graves endeudamientos, lo que en muchos casos las está permitiendo aguantar el temporal manteniendo una actividad mínima. En este contexto, se insiste en la importancia de que los ERTEs puedan prolongarse en el tiempo, incluso más allá de septiembre como se contempla en el pacto alcanzado entre Gobierno y agentes sociales.

Por ello, las empresas promotoras están optando por frenar el desarrollo de muchos de sus proyectos hasta comprobar cómo concluye la temporada turística de este año y disponer ya de los primeros datos respecto a las reservas para la de 2021, con el objetivo de calibrar las posibilidades de gasto de las familias residentes.

Sin opción de vivienda barata

En este sentido, el presidente de la asociación balear de promotores subraya además que estas empresas han visto notablemente reducida su bolsa de clientes potenciales debido a que las últimas medidas adoptadas por el Govern balearúltimas medidas adoptadas por el Govern balear "han matado cualquier posibilidad de edificar nuevas viviendas a precio asequible desde el sector privado" con lo que se califica de "bombardeo legislativo". En concreto, se lamenta especialmente la desclasificación de suelos urbanizables, haciendo que la escasez de terrenos para edificar se haya agravado enormemente, además de encarecer los pocos que quedan disponibles.

Eso hace que en estos momentos la posibilidad de desarrollar nuevas promociones se limite al mercado de poder adquisitivo medio-alto y alto, en muchos casos para potenciales compradores extranjeros.

Todo ello implica concentrar aún más la demanda sobre la vivienda de segunda mano a causa de la falta de nueva,cuando en estos momentos la primera ya protagoniza la mayor parte de las operaciones de compraventa que se realizan en las islas.

El único aspecto que puede suavizar la escasez de residencias que actualmente se registra en Balears está relacionado también con el hecho de ser la comunidad autónoma que más duramente se está viendo golpeada por la crisis económica generada por el coronavirus.

En este sentido, se recuerda que el sector inmobiliario estimaba hace un año que el archipiélago necesitaría disponer de 16.000 viviendas más para poder cubrir la demanda existente, impulsada por el crecimiento que se ha mantenido en su cifra de residentes gracias en parte a la buena situación de su mercado laboral.

Descenso en la población

Pues bien, en estos momentos, esta situación ha cambiado radicalmente, según pone de relieve el presidente de Proinba. Por ello, no descarta que a lo largo de los próximos meses Mallorca registre una reducción de su población por el retorno de un número importante de los recién llegados a sus regiones de origen, "donde al menos tendrán más posibilidades de encontrar trabajo en la agricultura o en la industria", ya que aquí la previsión es que la fuerte dependencia del monocultivo turístico deje al mercado laboral balear en una situación de extrema debilidad.

Hay que tener en cuenta que el sector de la construcción estaba generando también un importante volumen de empleos en Balears gracias a la recuperación que ha venido mostrando, impulsada en un primer momento por la modernización del sector hotelero y más recientemente por la reactivación que se estaba dando en la edificación residencial. El debilitamiento de ambos motores hace pronosticar un fuerte aumento del paro en esta actividad.

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