La transmisión del coronavirus no va a provocar la prohibición este próximo verano del disfrute de las piscinas, pero si lo va a condicionar. Las instalaciones se podrán utilizar, pero no será igual que antes. Los bañistas no podrán estar juntos. Tendrán que mantenerse alejados al menos dos metros, a la vez que se tendrán que aplicar en estas instalaciones una serie de medidas higiénicas y de limpieza para evitar el contagio. Aunque ya se han establecido las normas generales de uso de las piscinas, todavía no se ha determinado una fecha concreta para poder empezar a bañarse: dependerá del desarrollo de las fases de desconfinamiento.

Para hacer uso de estas instalaciones se tendrá que cumplir con el protocolo que ha redactado el ministerio de Sanidad para velar por la seguridad de los ciudadanos. Un documento que se ha consensuado con las comunidades autónomas y con el sector que gestiona este tipo de establecimientos. El documento, sin embargo, no hace ninguna mención a las piscinas de las comunidades de vecinos, que son de uso privativo, pero en principio parece que tendrán que cumplir las mismas normas higiénicas que el resto de instalaciones públicas.

Muchas de estas piscinas disponen, a la vez, de zonas de vestuario. Como el hacinamiento y la ausencia de ventilación facilitan la transmisión del virus, habrá que adoptar medidas especiales, sobre todo para facilitar la ventilación abriendo puertas y ventanas. Si la ventilación es mecánica, los aparatos deben estar limpios y desinfectados.

Debido a que cada instalación es distinta, el Ministerio aconseja que se redacte un documento en el que se especifique un protocolo específico para cada una de esta piscinas.

Este verano se estará muy vigilante con el mantenimiento del agua y sus procesos de depuración. Para eliminar el virus hay que seguir un correcto tratamiento con niveles de desinfección residual en el agua.

Los hoteles que disponen de bares junto a las piscinas deberán seguir los protocolos de este sector. Mientras que las instalaciones deportivas y los parques infantiles de estas áreas, de momento, no se podrán utilizar hasta nueva orden.

Protocolo a seguir

En el protocolo que ha aprobado el Ministerio se da especial importancia a la distancia que tienen que mantener los usuarios cuando permanezcan en estas zonas comunes. No solo tendrán que mantener dos metros de distancia entre ellos, sino que también han de alejar sus pertenencias, como puede ser la toalla, la bolsa o los botes de crema.

También se aconseja ser especialmente rigurosos con las zonas de uso común, como pueden ser las duchas o las barandillas de las escaleras de acceso a las piscinas. Se ha de limpiar constantemente. Se aconseja que en estas instalaciones se disponga a la entrada de medios para la desinfección de las manos, así como utilizar un sistema especial de limpieza y desinfección del calzado. De hecho, se recomienda a los usuarios que utilicen un calzado exclusivo cuando acudan a bañarse a las piscinas.

A pesar de que no hay ninguna evidencia científica que el coronavirus pueda transmitirse a las personas a través del agua de las piscinas, jacuzzis o spas, el Ministerio apuesta por mantener extremas medidas de limpieza en estas instalaciones, al igual que en otras zonas que reciben mucho público. Salvo cambios, en principio se prevé que a final de este mes en Mallorca ya se permitirá el baño en las piscinas.

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