El pasado domingo cuatro salas privadas de Mallorca dedicadas a las artes en vivo enviaron un documento a la delegada de Cultura del Govern Catalina Solivellas exponiendo sus necesidades más urgentes.

A día de hoy, tanto el Auditòrium como Trui Teatre, Es Gremi y Sala Dante han presentado Expedientes de Regulación Temporal de Empleo para sus plantillas. "En este sentido, pedimos que se nos faciliten estos ERTEs frente a la conselleria de Trabajo, que Cultura los defienda frente a Trabajo si es necesario", comenta Marc Ferragut del Auditòrium. "Somos muy vulnerables, los primeros que cerramos por motivos de salud pública y seremos los últimos en recuperarnos", señala. "Asimismo, solicitamos que se nos faciliten posibles prórrogas de estos ERTEs de fuerza mayor por la previsión de una recuperación muy lenta ya que el levantamiento de las prohibiciones no será de golpe sino gradual, y nuestros recintos por su capacidad serán los úlitmos en abrir", refiere Ferragut.

Por otra parte, apuntan a la necesidad de exonerar del pago del IBI y demás impuestos de los Ayuntamientos. "Ya se ha hecho con las terrazas de Palma", apunta el propietario del Auditòrium.

El cuarto paquete de medidas alude a las ayudas directas para el mantenimiento de las estructuras. "Ayudas que podrían venir de la conselleria de Cultura, del Principal o de la propia Simfònica".

"Pienso que el ICIB debe también rediseñar todo su presupuesto de 2020 y debe enfocarlo en salvar el tejido empresarial cultural", sostiene Ferragut, quien también opina que "podría destinarse parte del presupuesto, que después será remanente, que el Principal no va a poder gastar al no tener la actividad prevista a ayudas excepcionales para las salas privadas". Ferragut recuerda que entre el Auditòrium, Trui, Dante y Es Gremi ofrecen al público de las islas más de 4.500 butacas y "ofrecemos juntos más del 90 por ciento de todas las artes escénicas representadas en Mallorca".

El dueño del Auditòrium también se pregunta si lla Caixa de Música no podría esperar. "Estamos en un momento de economía de guerra", espeta.

Por su parte, Miki Jaume de Trui mostró también preocupación por la situación. "Estamos esperando noticias de la conselleria. Pienso que también serán necesarias medidas de reactivación", opina. "En Trui estamos haciendo la puesta a punto de equipos y de algunos temas de mantenimiento, además seguimos activos gestionando los aplazamientos, las devoluciones y las consultas, además de la reprogramación a partir de junio". Jaume también quiso ofrecer su ayuda ante esta emergencia sanitaria: "Si nos necesitan para montar carpas o acondicionar espacios debido a la emergencia ayudaremos en lo que podamos", señaló.

Albert Serra de la Sala Dante fue tajante: "Somos los más afectados, vivimos de las aglomeraciones, aunque es cierto que mi sala es más pequeña". "De momento, el Gobierno ha dicho que no va a haber moratorias o exenciones de los alquileres, por lo que he tenido que pedir paciencia a los dueños de los dos locales que regento porque no tengo ingresos ahora mismo y espero poder acogerme a alguna línea de crédito. De la escuela tendré que devolver a los alumnos la mitad del mes de marzo", relata. Además, Serra cree que ha de pasar bastante tiempo para que la gente le pierda el miedo a las aglomeraciones. "Y creo que será cuando haya vacuna".

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