Este será un día del padre para recordar. Para muchos de los que no pueden ir a trabajar o lo hacen desde casa este 19 de marzo se caracteriza sobre todo, porque han podido pasar más tiempo del habitual con sus hijos.

El cineasta Marcos Cabotá ha cumplido este año su deseo decir una de las frases más famosas de la historia del cine: “Yo soy tu padre”. Fan de Star Wars desde que era niño, Cabotá, padre de una niña de cuatro meses, explica en sus redes que ha esperado 39 años a que llegara ese momento. “Es mi primer día del padre y es un poco agridulce. Me imagnaba que sería un día de salir a comer con mi mujer y mi hija, pero esto ahora es secundario”, reflexiona.

Como autónomo Cabotá ironiza: “Ha tenido que llegar una pandemia para que pueda cogerme un permiso de paternidad porque a los tres días de nacer la niña, tuve que volver al trabajo”. Cabotá ha pasado de ver a su hija un rato por la mañana y oro rato por la noche a pasar todo el día: “Personalemte, es lo que está teniendo de positivo la situación, poder estar con ella y disfrutarlo. Nos estamos conociendo mejor, juego mucho con ella, cambio de pañales, tenerla en brazos. Hay un punto de eflexión dentro de la desgracia y es que para un poco no está mal”, opina.

Pep Suasi, celebra hoy por partida doble. Como padre y como Josep. Este día del padre le ha coincidido con Jordi, su hijo de siete años en casa. Para él ha sido muy agradable despertarse con la felicitación del pequeño que pasa unos días con él y otros días con su madre. "Estoy acostumbrado a estar 24 horas con él porque cuando me toca visita, es lo que hago".

Para Pep pasar tanto tiempo con Jordi es un regalo: "Me gustan mucho los niños y si mi hijo puede estar todo el día conmigo, mejor". Leer juntos, hacer los deberes, cocinar, hacer manualidades, jugar a dominó, ver un rato la tele€ Pep tiene muchos recursos para afrontar el encierro. Dice que solamente ha tenido que introducir la rutina de hacer cada día los deberes del colegio y que, por lo demás, estos días los está viviendo como si fueran fines de semana. "Jordi y yo nos ayudamos. Me gusta mucho estar con él y a él estar conmigo". Esta tarde montarán un set para hacer música juntos puesto que el pequeño Jordi toca la batería: "Grabaremos algunas cosas para enviárselas a sus amigos".

Desde Eivissa, lugar en el que le ha sorprendido el confinamiento, el músico y compositor mallorquín Miquel Àngel Aguiló, celebra Sant Josep con mucho tiempo para pensar: "Vivimos una situación de imposición con la estamos de acuerdo y hemos decidido colaborar, pero que también te hace pensar en lo que puede haber detrás de todo esto". Padre de dos hijas, Aguiló dice que como tal no puede dejar de pensar en el presente y en el futuro: "En el día a día lo único que intento es que no pierdan la inocencia y la felicidad. La inocencia es uno de nuestros grandes tesoros y a medida que la pierdes, más viejo te haces".

El músico apunta que en estos momentos intenta no hablar del coronavirus: "Les hago reír, hago un poco de payaso aquí en casa, crear un entorno feliz y agradable". En cuanto al futuro, no puede evitar pensar que la crisis del coronavirus será "una gran excusa para la manipulación y el control. "Cada vez hay más protocolos y todos participamos de ello. Hemos perdido muchas cosas desde la caída de las torres gemelas", reflexiona. Aguiló cree que tendremos menos libertades y también se cuestiona el papel de las redes sociales que, de un lado te ofrecen la posibilidad de expresarte pero que también pueden ser una herramienta de control.