El vicepresidente del Govern, y el director general de Comercio, Miquel Piñol se reunieron ayer con representantes de las patronales Afedeco, Anged, Aseda y CAEB para tratar las posibles consecuencias que pueda ocasionar el Covid-19 dentro del sector de la distribución alimentaria. Según informó Transición Energética y Sectores Productivos en una nota de prensa, ambas partes confirmaron que el abastecimiento está "más que garantizado" en todos los comercios de Balears y pidieron "tranquilidad y calma" a los ciudadanos.

Estos llamamientos a la calma están fracasando. Lo demuestra que ayer algunos de estos comercios tuvieron que contratar servicios de seguridad privada, para controlar la avalancha de clientes que querían entrar para hacer acopio de alimentos. En otros comercios, debido a que el aforo se había completado desde primera hora de la mañana, solo con los clientes que hacían cola antes de que se abrieran las puertas, se optó por realizar una entrada escalonada. No se dejaba entrar en el supermercado si previamente no salía un cliente.

En las grandes superficies también hubo colas. G. B.

Los empleados de estos comercios son los primeros sorprendidos de que estos días se produzca esta psicosis por llenar los carros. Afirman que esta situación no se había producido hasta ahora, ni siquiera los días previos a las fiestas de Navidad, en los que los clientes realizan más compras. Los carros repletos de paquetes de comida o de verduras no dejaron de pasar por la caja durante toda la mañana.

Preparados

Son muchos los ciudadanos de Mallorca que están concienciados con que estas dos próximas semanas tendrán que estar encerrados en casa y que temen que ni siquiera podrán salir a comprar, aunque esta medida extrema no se contempla de momento. "Estamos en una isla y necesitamos que nos traigan los alimentos desde fuera. Quién me dice a mí que se prohíban estos días los vuelos o los transportes marítimos y estos productos que necesitamos no lleguen", señalaba ayer una mujer.

Los mercados también vieron cómo estos días se han multiplicado las ventas, mientras que otras tiendas, que no venden alimentos, han caído en picado estos días. El centro comercial del Coll d'en Rabassa, por ejemplo, se encontraba ayer completamente vacío, salvo la parte en la que se encuentra el supermercado.

Al mismo tiempo, muchas tiendas del centro de Palma han optado por cerrar, porque estos días no entran clientes debido a esta crisis sanitaria. Incluso algunos comercios de productos chinos anunciaron su cierre durante las próximas dos semanas.

Por otra parte, una cadena de supermercado realizó ayer una oferta de 75 empleos, para incorporarse hoy mismo. Son trabajos de reponedores, ante la avalancha de clientes que están teniendo estos días.

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