Investigadores de la Policía Nacional arrestaron el pasado lunes en Palma a una mujer dominicana de 50 años y a un guineano de 41 como presuntos autores de un delito de prostitución de menores. Los dos habrían ofrecido dinero a dos niñas tuteladas por el Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) para que mantuvieran relaciones sexuales con adultos. En el caso de la mujer, la víctima fue la niña de trece años que fue objeto de una violación grupal en la barriada de Corea durante la pasada Nochebuena.

Fuentes policiales informaron ayer de que tras la detención de ocho menores y un mayor de edad como presuntos responsables de la agresión sexual múltiple que sufrió la niña en Corea, se prosiguieron las investigaciones sobre otros posibles delitos de que podría haber sido objeto.

En la denuncia que interpuso la menor ante la Policía explicaba que, tras escaparse de la monitora del centro de acogida que la custodiaba, se fue con una amiga, también menor y tutelada por la Administración como ella, a un bar de Son Gotleu. Allí contactaron con una mujer, de la que dijo que "coge chicas de los centros para prostituirlas". Esta mujer le propuso que mantuviera relaciones sexuales con un adulto a cambio de dinero, a lo que ella se negó. Posteriormente se marchó con un grupo de chicos al piso de Corea donde sufrió la agresión sexual.

Las pesquisas policiales condujeron a la detención de esta mujer, que presuntamente ofrecía a niñas menores a adultos para tener relaciones sexuales. Al parecer la mujer presentaba a las menores a los hombres. Les pedía que las invitaran a una consumición y les comentaba que las niñas estaban dispuestas a tener sexo por dinero.

Las pesquisas de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) permitieron identificar a esta mujer, una ciudadana dominicana de 50 años, que fue detenida el pasado lunes como presunta autora de un delito de prostitución de menores.

Al mismo tiempo los agentes de la Ufam tuvieron conocimiento de otro caso de posible explotación sexual de menores en Palma. En este caso el responsable sería un ciudadano guineano de 41 años, que habría contactado con otra niña, también fugada de uno de los centros de acogida dependientes del IMAS, a la que propuso mantener relaciones sexuales a cambio de regalos como artículos de ropa, un teléfono móvil y consumiciones en distintos locales. La menor aceptó estos regalos, pero posteriormente se negó a tener sexo con él, lo que provocó que el individuo la amenazara e incluso la sujetara fuertemente por el cuello.

Las dos investigaciones se desarrollaron de forma paralela, aunque los casos no están relacionados entre sí. Las dos víctimas eran chicas menores de edad que habían sido apartadas de sus familias y estaban tuteladas por el Consell de Mallorca.

Los dos intentos de explotación sexual de las menores se produjeron cuando las chicas estaban fugadas de los centros en los que residen.

Los dos sospechosos fueron arrestados por los agentes de la Ufam el pasdo lunes.

Detenidos en Menorca

El Juzgado de Instrucción número 1 de Maó ordenó el ingreso en prisión de otros cuatro hombres detenidos por la Policía Nacional acusados de delitos de corrupción de menores, por mantener relaciones sexuales con chicas tuteladas por el Consell de Menorca a cambio de dinero y drogas.

Los detenidos son dos españoles, de 22 y 39 años, un ecuatoriano de 35 y un dominicano de 43, todos con antecedentes.

Fuentes cercanas a la investigación indicaron que al menos dos de las cuatro menores afectadas están bajo la tutela de la Administración.

Recientemente, la Policía tuvo noticia de que varias menores habrían sido objeto de propuesta de actos sexuales por adultos a cambio de dinero y drogas. Igualmente se tuvo conocimiento de que las menores de edad acudían a un inmueble, vivienda de uno de los implicados, del que regresaban a sus casas con síntomas de estar bajo los efectos de las drogas.

Los hechos se descubrieron a raíz de la operación "Skate", desarrollada por la Policía Nacional este verano contra el tráfico de droga en un parque de patinaje de Maó.

Los investigadores comprobaron que el lugar era frecuentado por varios adultos que se relacionaban con las menores, y que les ofrecían dinero y drogas a cambio de mantener relaciones sexuales con ellos.