La Universitat aún no sabe cómo se podrá aplicar la sentencia impuesta a Miguel BeltránMiguel Beltrán, el profesor del departamento de Filosofía, por coacciones a Lucrecia Burges, otra profesora de su departamento. La UIB recuerda que la sentencia no es firme y asegura que está "evaluando" las medidas para materializar la ejecución de la sentencia, que condena a Beltrán a seis meses de cárcel y a una orden de alejamiento, por la que deberá permanecer a más de 200 metros de Burges durante medio año y no podrá comunicarse con ella en dos años.

El decano de la facultad de Filosofía y Letras, Miguel Deyá, confirmó ayer a este diario que aún no ha recibido instrucciones del equipo rectoral sobre cómo proceder a nivel organizativo tras esta sentencia. "Cuando sea firme, todas las partes tendrán que cumplir su parte", señaló el decano, quien señaló que por ahora ambos profesores "no coinciden mucho".

Deyá aseguró que no ha recibido "ninguna queja ni de las partes ni de los alumnos" y no ha detectado "ninguna anomalía" en el funcionamiento del departamento. Ha reconocido que aplicar medidas para garantizar la distancia fijada por el juez entre ambos profesores puede "ser complicado, máxime una vez que ya ha empezado el curso" y en este sentido él ve más fácil "cambiar espacios" que modificar horarios.

Miguel Beltrán fue declarado culpable en julio del año pasado de un delito de acoso contra una profesora, por el que fue condenado a cumplir un año de prisión. Además, se le impuso una orden de alejamiento, que le obligaba durante un periodo de dos años a mantenerse alejado a una distancia de 200 metros de la docente que le denunció. El catedrático recurrió la sentencia y ahora la Audiencia le ha absuelto del delito de acoso, pero ha estimado que los hechos son constitutivos de coacciones.

Según los hechos probados, el asistente personal de Beltrán se dedicó, entre 2014 y 2015, a perseguir y a hostigar a Burges por los pasillos de la facultad y por el campus. El secretario de Beltrán también insultó a la profesora, llamándole "zorra" y "puta".