La fiscal general niega que la salida de Subirán de anticorrupción sea un cese

La fiscal general del Estado, María José Segarra, ha negó ayer en Palma que el fiscal Miguel Ángel Subirán, exinvestigador del caso Cursach, haya sido "cesado" de la fiscalía anticorrupción. Segarra ha ratificado la versión oficial, publicada ayer en el BOE, de que la salida de Subirán obedece a que su adscripción a anticorrupción era temporal y ha acabado porque las causas que investigaba ya han finalizado.

Segarra, que compareció ante los medios acompañada del fiscal superior de Balears, Bartolomé Barceló, explicó que ante la posible imputación de Subirán, al que la Policía atribuye un rosario de delitos con ocasión de la instrucción del caso Cursach, "la fiscalía va a ser imparcial". Según la fiscal general del Estado, Subirán y el juez Manuel Penalva, "van a contar con todas las garantías" y el ministerio público "va a actuar con la misma imparcialidad que en el resto de causas".

Carrau y otro fiscal

Segarra apostilló que la "garantía" del ministerio fiscal es "el principio de igualdad y la imparcialidad ante la ley" y, por otro lado, también afirmó que se debe "transmitir"una "imagen de transparencia".

Respecto a la situación de la fiscalía anticorrupción en Balears tras la remoción de Subirán, la fiscal general explicó que esta delegación se queda con dos fiscales, su titular, Juan Carrau y otro, cuyo nombre no mencionó.

La número uno del ministerio público justificó la reducción de cuatro a dos fiscales los asignados a esta área en Balears en el descenso de los casos de corrupción investigados en las islas.

De hecho, entre 2006 y 2016 hubo un boom de asuntos competencia de anticorrupción, pero ahora sus casos se cuentan con los dedos de la mano, aunque entre ellos se haya la macrocausa Cursach.

Segarra, preguntada por la asignación de dos fiscales anticorrupción madrileños a esa causa, manifestó que eso forma parte del trabajo habitual de la fiscalía, donde los medios existentes se distribuyen según las necesidades.

Estos fiscales fueron designados tras ser apartado del caso Subirán, que se halla de baja médica.

A las órdenes de Carrau

Fuentes cercanas a Subirán han señalado que éste prefiere salir de anticorrupción para no tener que trabajar, cuando reciba el alta médica, a las órdenes de Carrau, del que se ha distanciado considerablemente.

Carrau se manifestó a favor de que se investigase en el Tribunal Superior de Justicia de Balears a Subirán y éste ha criticado con dureza su actuación profesional.

En otro orden de cosas, Segarra se comprometió ayer a elaborar un estudio, a escala nacional, del déficit de plazas de fiscal que sufre el país y que también afecta a Baleares, cuyos fiscales están sobrecargados de trabajo. La número uno de la fiscalía también admitió que la introducción del expediente digital en la fiscalía o la eliminación del soporte papel "está causando zozobra porque los fiscales no tienen garantizada la integridad de ese expediente".

En los contactos que el miércoles y ayer mantuvieron los fiscales de Balears con su superiora, le expresaron sus quejas porque las copias de expediente digitalizado que reciben no están completas, carecen de índice y resultan muy engorrosas de manejar.

Los fiscales han tratado de que los letrados de la Administración de Justicia (antiguos secretarios) certifiquen de que el sumario digitalizado traspasado está íntegro, pero aquellos no acceden a esa pretensión.

Segarra añadió que la digitalización de la Justicia no está agilizando el trabajo de la fiscalía, sino más bien ralentizándolo.

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