El Juzgado de primera instancia nº 15 de Palma ha condenado a la aseguradora de una clínica privada a indemnizar con 71.700 euros a un paciente de 63 años al que se le colocó incorrectamente una sonda tras una operación, lo que le ha provocado daños permanentes.

El paciente fue ingresado para someterse a una intervención de hernia discal en noviembre de 2015. En el postoperatorio, el paciente presentó una retención aguda de orina, por lo que tres enfermeros del centro fueron a colocarle un sondaje uretral.

Según recoge la sentencia, los facultativos realizaron varios intentos fallidos mientras el paciente aún se encontraba bajo los efectos de la anestesia general, pero consciente y sintiendo el dolor. Finalmente, los enfermeros llamaron al urólogo de guardia para que le colocara un sondaje supra púbico.

Como consecuencia, el paciente sufrió una perforación y la aparición de una falsa vía en el conducto uretral, lo que le provocó infecciones, y le ha obligado a someterse a nuevas operaciones. Esto ha derivado en problemas urológicos permanentes y secuelas psicológicas.

Examinada la prueba del juicio, el Juzgado considera que "resulta evidente" que el intento de sondaje por parte del personal de enfermería "no fue realizado técnicamente de forma adecuada", y da pro acreditado el nexo causal entre esta "defectuosa asistencia médica" y los problemas posteriores, puesto que además no había patologías previas que permitan imputar los daños a otra causa distinta.

El juez señala que las circunstancias particulares del caso "hacían necesario que no se hubiere forzado el sondaje en caso de obstáculo", especialmente ante los intentos en los que apareció sangrado.

El abogado de la Asociación el Defensor del Paciente, Daniel Martínez Raso, ha sido el encargado de la demanda.