La mayoría están felices y satisfechas con su nuevo puesto de trabajo. Se sienten realizadas, útiles y vuelven a recuperar una vida que años atrás perdieron por culpa de sus parejas o exparejas. Todas ellas son mujeres que han sufrido violencia machista. Golpeadas, humilladas, minadas anímicamente, con la autoestima por los suelos, el programa SOIB Dona les abre la puerta a una ansiada independencia económica. Son mujeres valientes, muchas de ellas con estudios superiores y muy preparadas, que logran salir a flote incorporándose al mercado laboral. En Mallorca, cerca de 200 mujeres víctimas de malos tratos han conseguido empleo en 2018 y 2019 a través del programa SOIB Dona.

Más de la mitad de estas contrataciones, 98, se han producido en la Part Forana, la gran mayoría por parte de ayuntamientos y entes locales vinculados. Además, los consistorios tienen muy en cuenta que muchas de estas mujeres tienen hijos pequeños y se implican en lograr que puedan conciliar su empleo con los niños, así como facilitar el acceso de los menores a guarderías. El resto de contratos realizados en la isla, 89, han tenido lugar en Palma. También colaboran en este programa entidades sin ánimo de lucro y asociaciones empresariales y sindicales. Así, a finales del pasado mes de agosto, 77 entidades se habían ofrecido para participar en este programa, que cada vez va en aumento por sus buenos resultados.

"Todas las mujeres somos capaces de salir adelante, no estamos solas"

Raquel, estuvo en lo más alto de su carrera profesional, pero su vida se desmoronó. Llegó a dormir en el coche. Lo perdió todo, hasta casi su propia vida. El motivo no fue otro que el maltrato psicológico que padeció durante muchos años por parte de su entonces marido. "Esta situación emocionalmente te destruye, te ves inútil, siempre estás a disposición de tu pareja. En el momento que lo vives, no lo ves. En casa siempre había peleas, gritos, humillaciones, infidelidades... Tenía una dependencia económica hacia él, aunque siempre he ido trabajando y he estudiado. Iba aguantando con los años, pero las peleas no solo eran conmigo, sino también con los niños. Sus hijos eran sus esclavos. Era un estrés continuo. Llevaba ya tres años insoportable". (Conoce toda su historia)

"Este trabajo me ha salvado a todos los niveles, ahora me siento útil"

"Este trabajo me ha salvado a todos los niveles. Me siento útil. Veo que lo que hago a diario sirve para algo. Es un trabajo satisfactorio. Aquí también tratamos con mujeres maltratadas. Hay elementos de empatía y de compartir experiencia". Maria (nombre ficticio) se muestra seria. Fue maltratada durante los últimos seis años por su marido, con el que llevaba más de 20 años.

"Sufrí maltrato económico. Yo no tenía independencia económica. Nunca tuve una tarjeta bancaria, dependía de él totalmente, él siempre me reclamaba el dinero, me controlaba todo, incluso el dinero para tomar un café, me pedía todos los tickets de cualquier compra, del supermercado, de todo", explica la mujer, que desde hace unos meses trabaja en una fundación sin ánimo de lucro en la isla gracias al programa SOIB Dona.

(Aquí podrás leer el testimonio de María completo)