Los guardias civiles Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada, las dos últimas víctimas de ETA en España, serán recordados mañana con una ofrenda floral y una misa en la Catedral de Palma con ocasión del décimo aniversario de sus muertes.

Mañana, en el mismo lugar del atentado, en Palmanova, tendrá lugar una ofrenda floral y, por la tarde, se celebrará una misa en la Catedral de Mallorca. La ofrenda floral se viene celebrando desde hace nueve años, en el mismo lugar donde estalló el coche patrulla que llevaba una bomba lapa y al que subieron los dos agentes el 30 de julio de 2009. La calle tiene el nombre de Diego Salvá Lezaun. Como en anteriores ocasiones, el ayuntamiento de Calvià ha convocado a este acto, que ha organizado conjuntamente con la Guardia Civil. Está previsto que el alcalde, Alfonso Rodríguez, dirija unas palabras a los asistentes y seguidamente se realizará la ofrenda floral.

Por la tarde, a las 20.00 horas, el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, presidirá una misa que la familia de Diego Salvá ha agradecido de antemano la asistencia para honrar a los dos jóvenes guardias civiles.

La bomba que acabó con sus vidas estalló poco antes de las 14.00 horas y estaba oculta en el coche patrulla al que acababan de subir Diego Salvá, mallorquín de 27 años, y Carlos Sáenz de Tejada, burgalés de 28, ambos con apenas un año de servicio en la Guardia Civil. Salvá acababa de reincorporase tras pasar un largo periodo de baja por un grave accidente de moto que estuvo apunto de costarle la vida.

Unos meses después, el 16 de marzo de 2010, un policía francés murió en un tiroteo con tres miembros de ETA en Dammarie-Lès-Lys, cerca de París.