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Pau Dols no aclara la razón por la que Sa Nostra invirtió en el hotel de Cancún

La acusación denuncia un "pacto de silencio" entre los acusados y los testigos que declararon

Pau Dols (centro) dirigiéndose ayer a los juzgados, con el abogado Eduardo Valdivia (izquierda). m. mielniezuk

El juico por el que se enfrentan dos familias de empresarios de Mallorca por un hotel de lujo de Cancún, en México, quedó ayer visto para sentencia. Antes de concluir la vista declararon los testigos, entre los que destacó la del exdirector general de Sa Nostra, Pau Dols, ya que la entidad invirtió en este proyecto turístico. La hotelera Margarita Lliteras declaró que fue Dols quien le confirmó la solvencia económica del empresario Miguel Nicolau, asegurándole que detrás tenía el apoyo del banco, por lo que decidió asociarse con él.

Dolç inicialmente negó que conociera a Lliteras, aunque después reconoció que había estado en su casa. Negó, en cambio, que hubiera salido en defensa del empresario Nicolau, asegurando que esta visita al domicilio se había producido después del acuerdo de asociarse en el proyecto de Cancún. El exdirector general de la desaparecida entidad no llegó a aclarar la razón por la que Sa Nostra, a través de la empresa Invernostra, decidió invertir en el proyecto de México, a través de un préstamo sindicado (con la intervención de varios bancos) de 46 millones de dólares, señalando que se trató de una decisión del Consejo de Administración. Dolç salió en defensa de los dos empleados de la entidad, que están siendo juzgados, ya que se les acusa de haber participado en el plan para apoderarse de la propiedad del hotel que ha denunciado la familia Lliteras.

Tampoco el resto de testigos, entre ellos el directivo de Sa Nostra, Rafael Oliver, dieron muchos detalles del origen de este millonario préstamo, otorgado inicialmente para terminar el hotel, pero el dinero se desvió para tapar las deudas que tenía la empresa de la familia Nicolau.

Tanto la fiscalía, como la abogada Carolina Ruiz como acusación particular, reclaman cuatro años de cárcel para Miguel Nicolau, para su hijo Guillermo, así como para José María Navarro y Juan Mir de Sa Nostra, por los delitos de administración desleal y acuerdos abusivos. La letrada denunció que entre los cuatro acusados llevaron a cabo una trama para despojar a Margarita Lliteras de la presidencia de la empresa que tenía el hotel de lujo. Cuestionó que durante el juicio no se hubiera podido aclarar el proceso por el que se acordó otorgar este millonario préstamo de 46 millones de dólares, hipotecando el hotel, lo que permitió a Nicolau salir de la situación de concurso. La letrada denunció "el pacto de silencio entre los acusados y los testigos" y señaló que "el préstamo no se gestó solo". Criticó con dureza que ningún directivo de Sa Nostra aclarara quién decidió este préstamo. También denunció el uso de testaferros para desarrollar todo el plan.

Los abogados defensores Llorenç Salvà y Eduardo Valdivia señalaron que la denunciante no ha tenido que pagar un dólar para devolver el préstamo e incidieron en que Margarita Lliteras era una accionista minoritaria en la sociedad que tenía el hotel.

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