"Al ver que el poder político no da respuesta" al resentimiento y la ansiedad actual, "la sociedad vuelve a mirar a entidades como el Cercle d'Economia", afirmó ayer Antón Costas, en una noche en la que se homenajeó no solo a la organización isleña sino a la propia sociedad civil.

El Cercle d'Economia de Mallorca celebró ayer su XXV aniversario con una gala en la que el protagonismo fue, además de para Costas, catedrático en Economía aplicada, para el economista y exministro del Partido Popular Josep Piqué. En un mano a mano disertaron en un coloquio sobre la importancia que tienen en la sociedad civil entidades como la mallorquina.

La presidenta, Francina Armengol, cerró la velada, subrayando "la pedagogía social tan necesaria" que hace el Cercle para que la sociedad sea más justa. Armengol se refirió también a la contribución de los socios del ente mallorquín para alcanzar el Régimen Especial de Balears y explicar lo que significa vivir en una islas. "Os necesitamos activos", clamó.

Peligro para la democracia

Costas llamó la atención sobre la desigualdad actual, incluida la de género o la discriminación por edad, cuyo origen está en la economía y alertó sobre que también una sociedad civil "muy dinámica" puede ser un peligro para la democracia. Por su parte, Piqué, que bromeó con dejar de lado Cataluña -"no vamos a meternos en camisas de once varas"-sacó a colación el reto demográfico que tan de cerca toca a Balears. El exministro advirtió del debate ético que se plantea cuando las máquinas "han venido a sustituir a las neuronas y el pensamiento".

Antes del debate, José María Vicens, presidente de la entidad, abrió la gala con un disertación hecha desde el corazón,y en la que jugó con la magia que irradia Bellver y todos sus moradores pasados para definir lo que es hoy el Cercle, "una fantasía brillante" en la que en estos veinticinco años han participado muchos personajes "activa e hiperactivamente".

Poder de las ideas

Como explicó Vicens, describiendo la labor de este ente, desde él se repiensa continuamente "sobre la salud física y psíquica" de nuestro modelo de desarrollo, mientras media España se vacía y las Balears se llenan. "Somos frágiles y vulnerables", afirmó el presidente del Cercle, que se referió también a la importante labor de este organismo local, de pensamiento y debate, donde se escuchan las opiniones de los socios, y se consensúa una voz que se hace llegar a la sociedad. Vicens subrayó que "no hay fuerza mayor que el poder de las ideas".

El presidente del Cercle d'Economia homenajeó la labor realizada por sus antecesores en el cargo: Isabel Corominas (1994-1995), Miquel Alenyà (1995-1996), quien no pudo asistir, Antoni Borràs (1996-1998), Antoni Aguiló (1998-2000), Juan Buades (2000-2002), Alejandro Forcades (2002-2014) y Andreu Rotger (2014-2018). Vicens les hizo entrega de un galardón honorífico por su trabajo.

Al acto del castillo de Bellver, con 400 invitados, acudieron también la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, el presidente de Parlament, Vicenç Thomas, y el alcalde de Palma, José Hila, entre otras personalidades. También asistieron Maria Ferrer, directora de Diario de Mallorca, y José Manuel Atiénzar, director general de Gestión de Prensa Ibérica

Los asistentes disfrutaron de un concierto protagonizado por la soprano Maia Planas, Eduard Belmar (flautista) y Yuko Mizutani (pianista), con obras de André Caplet, Francis Poulenc, Leó Delibes y François Borne. También se proyectó un vídeo conmemorativo con impresiones de diferentes actores políticos y sociales, como el rector Llorenç Huguet , los expresidents Gabriel Cañellas y Francesc Antich, además de Armengol y otros personajes involucrados con las actividades realizadas por el Cercle. Como rememoró Antoni Borràs sobre sus inicios, la palabra clave al nacer era "independencia" y descartar todas las subvenciones.

La noche terminó con una cena-cóctel y un montón de pensamientos revoloteando por el castillo de Bellver.