Un paciente denominado ectópico es aquel que es ingresado en una unidad asistencial que no le corresponde por su patología. Aunque se trata de una práctica habitual en todos los hospitales públicos para solventar necesidades perentorias de camas, en la Unidad Materno Infantil (UMI) del hospital de Incase habría convertido en una actuación común y habitual en el último año.

Una práctica que, advierten hasta cuatro profesionales sanitarios de la unidad consultados, podría poner en riesgo la delicada salud de los neonatos ingresados en este departamento.

"Somos buenos profesionales y adoptamos las medidas adecuadas de higiene para evitar contagios... cuando se sabe", matiza una de las fuentes aludiendo a que no resulta inhabitual a que se ingrese en la unidad a "pacientes con síndrome constitucional" -término que define a una persona mayor, decaída, que ha perdido el apetito y está perdiendo peso- procedentes del servicio de urgencias.

Sin diagnóstico claro

"Pasa de urgencias a la unidad sin estar plenamente diagnosticado. Una vez allí puede resultar que tenga una neumonía o una tbc abierta (tuberculosis en su punto álgido, cuando es más infecciosa). Y nosotros, como te he mencionado, adoptamos medidas de higiene, pero no de aislamiento. Sí, se está poniendo en peligro la salud de los pacientes para los que está reservada esta unidad. Ten en cuenta que hay recién nacidos que reingresan al mes de su nacimiento o pacientes pediátricos de un año de edad, edades en las que son más vulnerables", dictamina un profesional, veterano en el Materno Infantil.

Para colmo, según aseguran estas cuatro voces autorizadas que trabajan en la unidad, pese a sus reiteradas peticiones para que el ingreso de pacientes ajenos no se produjera, desde comienzos del año pasado se habrían reservado ocho de las 32 camas de la unidad de manera exclusiva para hospitalizar pacientes ectópicos, circunstancia que ha sido negada de forma tajante por la dirección del hospital comarcal.

Un hecho además a todas luces desaconsejable, según otras fuentes médicas consultadas que subrayan que "los flujos de niños y adultos deberían cruzarse lo menos posible en un hospital".

Desde la dirección del hospital de Inca niegan la reserva exclusiva de las citadas ocho camas para pacientes ajenos a la unidad -en principio reservada para usuarios ginecológicos, pediátricos, recién nacidos y madres puérperas (que han parido recientemente) o que estén a punto de alumbrar-, pero no el uso eventual de camas desocupadas para pacientes ectópicos.

Y frente a las acusaciones de algunos de los profesionales sanitarios de la unidad de que este uso pondría en peligro la salud de los pacientes pediátricos, el hospital se defiende asegurando que "respecto a la tipología de ectópicos que ingresa en el servicio se aplica, con carácter general, el protocolo interno llamado PG-HCIN-12: Proceso de enfermería gestión de pacientes y gestión de camas HCIN", que prohibiría la hospitalización de pacientes infecciosos.

Lactancia tras una fístula anal

"Como criterio de obligado cumplimiento se indica que no se ingresarán pacientes con tipología infecciosa fácilmente diseminable. Por tanto, no se ingresan pacientes con ese perfil", respondía la directora gerente del hospital, Soledad Gallardo, a una solicitud de información por parte del departamento de Recursos Humanos del Servei de Salut tras recibir una denuncia del sindicato UGT por presuntas irregularidades en la unidad.

La denuncia sindical hacía referencia a las declaraciones realizadas durante la tramitación de un expediente disciplinario abierto contra una enfermera de la unidad por, según su versión de los hechos, haberse negado a realizar una asistencia a la lactancia materna tras haber lavado una fístula anal infectada.

Al parecer, esta profesional habría mostrado su oposición ética profesional a coger a un recién nacido en brazos y a colocar su boca sobre el pezón de la madre tras haber atendido de la citada fístula anal a un paciente adulto. Por esta cuestión, esta profesional se habría enfrentado tanto a la supervisora de enfermería de la UMI como a la directora de este colectivo profesional del hospital.

Y esta circunstancia habría sido el detonante de las denuncias recogidas por este diario. Unas denuncias en las que varios profesionales aseguran que han visto pasar por esta unidad a pacientes de todo tipo.

Enfermos con infecciones urinarias resistentes provocadas por bacterias de BLEE que precisan de medidas de aislamiento, usuarios con el VIH, con hepatitis B y C y con enfermedades infectocontagiosas como las citadas neumonías o tbc abiertas. Unas patologías que, recalcan, podían llegar a la unidad desde un paciente de urgencias con un diagnóstico incompleto pendiente de pruebas.

¿Qué se hace en Son Espases?: No entran pacientes adultos

Joan Figuerola, jefe de pediatría de Son Espases, sin querer entrar a valorar el caso de Inca, recalca que en las 90 camas pediátricas del hospital de referencia no entran pacientes adultos. "Tan solo pacientes cercanos a la adolescencia que puedan llevar un periodo de tiempo largo en urgencias por falta de camas o crónicos pediátricos nuestros de más edad", diferencia el responsable del servicio.

Un protocolo cuestionado: ¿Y la junta técnico asistencial?

El protocolo interno que fija qué ectópicos entran en la UMI Inca ha sido elaborado por supervisores/as de enfermería y por su directora. Habría eludido su obligatorio paso por la junta técnico asistencial tal y como establece el RD 521/1987 para todas las actividades asistenciales que se lleven a cabo en los hospitales públicos de este país. Una junta en la que deben participar varios profesionales médicos.

Saturación al límite: A punto de parir con la UMI llena

Hace tres semanas la UMI se hallaba al completo con sus camas ocupadas mayoritariamente por pacientes ectópicos mientras que varias mamás estaban en el paritorio a punto de dar a luz y de precisar una. "Pero los partos se retrasaron y cuando bajaron ya había alguna cama libre. ¡Encima tienen suerte! Pero algún día les saldrá mal y se les caerá la cara de vergüenza", opinan los trabajadores.