Una veintena de alumnos de cuarto y quinto de Primaria del Colegio Sant Antoni Abat, en Son Ferriol, se intoxicaron tras pasar un día y medio en el campamento Hipocampo, en Calas de Mallorca. Los afectados atribuyen el dolor de estómago, los mareos y los vómitos que padecieron a los alimentos que les sirvieron en la comida el miércoles al mediodía, que consistió en albóndigas con puré de patatas y un postre.

Los estudiantes iban a celebrar el fin de curso con esta convivencia de día y medio. En la mañana del pasado miércoles se desplazaron a este centro lúdico de Calas de Mallorca. Los menores tenían que llevar la comida y la merienda del miércoles, mientras que la cena de ese día, así como el desayuno y la comida del mediodía se la proporcionaría el albergue. Los padres pagaron 57 euros por la estancia, la comida y el transporte. Los escolares abandonaron el campamento el jueves por la tarde. Ya de noche, algunos de los niños empezaron a sentirse mal. Sufrían un fuerte dolor de estómago y un mal estado general. La mayoría sufrió vómitos y constantes diarreas. Varios de estos pequeños apenas pudieron dormir, ya que se pasaron horas en el cuarto de baño.

Sin embargo, la alarma saltó el viernes por la mañana. La mayoría de los alumnos ni siquiera pudo acudir al colegio y otros, en cambio, empezaron a sentirse mal cuando estaban en clase. Como todos los estudiantes afectados sufrían los mismos síntomas, de inmediato se relacionó la indisposición con los alimentos que habían ingerido los menores, y también con el agua que habían bebido, que todos coinciden en que era del grifo.

El colegio avisó inmediatamente a los padres de los niños que empezaron a sentirse mal. Al mismo tiempo, también se informó a la conselleria de Salud para que abriera una investigación para determinar el origen de esta intoxicación masiva.

La mayoríade afectados recibieron asistencia médica. Uno de ellos incluso estuvo ingresado al sufrir síntomas de deshidratación. También dos profesores, que comieron los mismos alimentos que los alumnos, padecieron la misma indisposición. Otros profesores, en cambio, ni siquiera se atrevieron a probar la comida.

De momento, todavía no se conoce de forma oficial el origen de la intoxicación. La conselleria de Salut, que el viernes se desplazaron al albergue juvenil para tomar muestras de los alimentos, quiere conocer los resultados de los análisis antes de alcanzar una conclusión definitiva.

Mientras tanto, los padres de los escolares se planteaban ayer exigir daños y perjuicios por lo ocurrido. Los menores sufrirán el mal estado general durante varios días.