Los testigos han explicado a la Policía que Javier Rodrigo de Santos cambió su forma de tratar a los reclusos de Horizontes Abiertos cuando fue nombrado director del programa de reinserción. Durante un tiempo el expolítico del PP colaboró como voluntario de la Fundación Padre Garralda (impulsora de Horizontes Abiertos), para la que luego fue empleado y más tarde director de proyecto. "Cambió radicalmente" y "ejercía un tremendo poder en las casas de acogida", dice uno de los atestados policiales.

El trato a los presos por parte de Rodrigo era "despótico", "vejatorio" y "humillante", según los adjetivos que utilizan los testigos.