Mientras el líder nacional del PP, Pablo Casado, defiende que no se pueden transferir más competencias a las autonomías e incluso promete en su programa mecanismos para su devolución, El Pi propone en su programa la transferencia a Balears de competencias en manos del Estado, como justicia o los cuerpos de seguridad, así como subir el complemento de residencia de sus funcionarios. "Es ser ingenuo pensar que en manos del Estado estarán mejor gestionadas", señala el candidato regionalista al Congreso, Joan Miralles.

El Pi no se rinde ni le desalientan las encuestas. "Por nosotros el CIS no pide", señala su líder, Jaume Font. Los regionalistas confían en que con "los porcentajes de los partidos más cerca que nunca" están "más cerca que nunca de tener voz" en el Congreso. "Si tenemos los votos de las últimas autonómicas en las generales, tendremos diputado seguro", apunta su candidato, Joan Miralles, para quien su otra baza son sus propuestas, que el partido convierte en su 'pasaporte' para poder llegar a Madrid.

Los regionalistas convierten las treinta páginas de su programa electoral en un 'pasaporte' que quieren que sea su pasaje al Congreso de los diputados. Entre las medidas que proponen los regionalistas, más allá de la mejora de un Régimen Especial que temen que "sin definición sea papel mojado" y de la mejora de la financiación autonómica, defienden una tarifa plana para volar con la península y la transferencia de competencias en manos de Estado: y no solo justicia o cuerpos de seguridad, también la gestión de las costas, museos en manos del Estado o cogestión portuaria y aeroportuaria.

Sobre las competencias en manos del Estado, los regionalistas proponen además el incremento del complemento de residencia de sus funcionarios en Balears para evitar vacantes o una excesiva rotación. Otra medida que destacan es la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones.