Las mujeres siguen haciendo historia. Hace un año salieron a la calle en una movilización sin precedentes por la igualdad por las calles de Palma. Hoy lo han vuelto a hacer, han vuelto a salir. Lo han hecho porque algunas cosas siguen sin cambiar: sigue la brecha salarial, los techos de cristal, el acoso y, lo peor, las siguen matando. Pero este año también tienen más motivos: porque ahora deben defender que su lucha no es contra los hombres, que la lucha por la igualdad no es cosa de "feminazis", que el dinero que se destina a combatir la lacrea de la violencia de género no va a parar a chiringuitos, que no hace falta que a las embarazadas les expliquen qué llevan en su vientre o que las puñaladas que recibió Sacri a manos de su expareja, por la espalda y cuando estaba trabajando en su caja de Conforama, no son algo "doméstico".

Por todo ello, más de 20.000 personas, 15.500 para la Policía Nacional, han cerrado con una manifestación multitudinaria una nueva jornada de huelga en otro histórico Día Internacional de la Mujer.

La marcha ha salido pasadas las 19.00 horas desde la Plaza España y ha recorrido las Avenidas de Palma en dirección al Paseo Mallorca, por donde ha proseguido hasta finalizar en el Parque de la Faixina. Cuando la marcha ya enfilaba Paseo Mallorca, la cola aún no había salido de Plaza España. Han asistido entidades feministas, sindicatos y todos los partidos políticos con representación en Baleares, a excepción del PP, que a diferencia del año pasado este año no se ha sumado a la manifestación por no compartir el manifiesto. También ha asistido la propia presidenta del Govern, Francina Armengol.