Los hoteleros auguran un cierre de temporada con una caída de ocupación. La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) es la más pesimista y vaticina una bajada de nueve puntos, hasta el 63% respecto al mismo mes del año pasado mientras que diversas asociaciones hoteleras la sitúan en una media del 70%. Factores externos como la "pronta" recuperación de los destinos del Mediterráneo, la devaluación de la lira turca, la incertidumbre ante el 'Brexit' y los incrementos del precio del petróleo se han hecho presentes este verano.

En la "extraña" temporada 2018, en palabras de la presidenta de los hoteleros mallorquines, María Frontera, preocupa, sobre todo, el descenso de los mercados alemán (-6,5%) y británico (-1,78%), a los que, por otro lado, ha acompañado el incremento de los turistas españoles, con una subida por encima del 6%.

De cara a octubre, no obstante, se espera una mejora porque "siempre hay un repunte" en la ocupación. Cada año ha sido un periodo "bueno" y los hoteleros apuestan por la mejora de las previsiones.

Para enfrentar las amenazas externas, Frontera, quien incide en que este 2018 es "nuevamente un año de buenas cifras", hace hincapié en que Balears crece "más en valor que en volumen", lo que se refleja en mayores ingresos por habitación ocupada. La apuesta es "más por el valor añadido que por el precio", dice sobre el rumbo de la comunidad autónoma ante el nuevo panorama turístico.

Tibieza administrativa

Lo que sí preocupa a la representante de los hoteleros son los "riesgos cercanos" del archipiélago y menciona la duplicación de la ecotasa -que golpea sobre todo a las familias-, el alquiler turístico ilegal -en crecimiento a pesar de las normativas resctrictivas- y las "manifestaciones antiturísticas" de grupúsculos que logran eco ante la opinión pública. Ante estas "amenazas reales", más los "continuos vertidos al mar" a pesar del cobro" del impuesto del turismo sostenible, María Frontera critica "la tibieza de las Administraciones".

Otro factor favorable este octubre será el buen tiempo, que este verano nos ha afectado para "mal", recuerda la presidenta de la FEHM: el sol en sus países ha alejado a los turistas de España, sin embargo la adversa meteorología presente ya en los mercados emisores provocara el efecto contrario e incentivará las ventas.

En el aeropuerto de Palma el tráfico aéreo subirá en octubre entre un 4,8 y un 5,1%. En la primera semana el día con más movimientos, 929, se prevé sea el día 6, con 161.450 pasajeros.

Visión por zonas

Por zonas turísticas varían levemente las previsiones. Así, en Platja de Palma las ventas "no se han enfriado tanto", comentan fuentes hoteleras, además de que el visitante apura hasta el último minuto pendiente de la climatología otoñal.

En Palmanova-Magaluf se vislumbra que la ocupación descienda, como en septiembre, aunque cabe destacar, que el desvío de turistas de otros establecimientos tenga a los hoteleros pendientes de la confirmación de más reservas, apunta su portavoz, Joan Espina.

En octubre en Alcúdia-Can Picafort se espera "un reflejo de toda la temporada, que ha ido a la baja". Jaume Horrach, presidente de los hoteleros, reconoce que "no nos rasgamos las vestiduras" visto el entorno cambiante en la industria turística.

Mientras en Cala Millor, Gabriel Nebot, augura que lograr cerrar con una ocupación del 65-70% "ya sería bueno". Este directivo lamenta que el destino "sufre" el invierno por su dependencia de los touroperadores.

Mayor incertidumbre se cierne sobre la temporada media-baja, pues será cuándo de verdad se compruebe cómo afectan a las islas esos factores externos que han puesto punto final a las cifras récord que marcaron 2017 como un año excepcional para el turismo español.

Turoperadores

Mientras tanto, las negociaciones con los turoperadores, cerradas hace unas semanas, ya dibujan un panorama diferente para la próxima temporada. Las subidas logradas por los hoteleros apenas rondan un 2%-3% y "en otros casos cero", a lo que se suma mayor gasto por las subidas salariales de los trabajadores del sector, un 5% este año, al que sigue otro 5% en enero de 2019, recuerda la directiva de la FEHM. "No ha habido ningún valiente que se haya atrevido a subir precios", advierte Nebot, al frente de la cadena Marins Playa.

Lo cierto es que con la touroperación "no está el horno para bollos", resume otro hotelero; "hemos vuelto a cifras de hace cuatro años".

Con todo, Mallorca trata de mantener activa su planta hotelera diez meses, y en febrero serán muchos los establecimientos que abrirán sus puertas.

La reconversión de las zonas turísticas "no puede esperar más" teniendo en cuenta que desde el 2012 se han invertido más de 1.700 millones de euros en renovaciones, dice Frontera. El 62% de las plazas corresponden ya a hoteles de cuatro y cinco estrellas. Mientras, critica la directiva de la FEHM, la Administración Pública, "sigue miles de pasos atrás".