La presión de entidades como la Alianza mar Blava ha conseguido que las autoridades ambientales hayan archivado tres proyectos de prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo. No obstante, todavía quedan cinco activos, entre ellos los llamados científicos que los ecologistas califican de "camuflados para hallar petróleo". La Alianza reclama al Gobierno una moratoria mediante decreto ley que los paralice de forma inmediata. Para ello tienen una reunión con los responsables ministeriales el próximo día 17 de este mes de septiembre.

Carlos Bravo: "Los promotores admiten que su principal objetivo es obtener datos para las petroleras"

Carlos Bravo es el responsable de la coordinación técnica de la Alianza Mar Blava, una organización que engloba numerosas entidades de diferentes ámbitos y administraciones públicas. Desde hace años son los encargados de abanderar la lucha contra las prospecciones sísmicas en el Mediterráneo. Bravo está convencido de que detrás de los proyectos de sondeos llamados científicos se esconden las compañías multinacionales del petróleo, que buscan explotar los yacimientos de crudo en las inmediaciones de Balears.

"Los propios promotores de estos sondeos llamados científicos -argumenta Carlos Bravo-, en la documentación que presentan para solicitar los permisos, admiten con toda claridad que sus resultados serán utilizados por las empresas petroleras. Ello quiere decir que los resultados de la investigación científica serán vendidos a las multinacionales del petróleo".

Alianza Mar Blava ha conseguido que se archiven hasta tres proyectos de prospecciones, pero todavía quedan cinco activos, entre ellos el MedSalt-2, el de la polémica con científicos como el geólogo Alfredo Barón, que cuestionan la afección de estos sondeos destinados a la investigación científica. En respuesta a ello, Carlos Bravo se remite al informe del ministerio para la Transición Ecológica: "La Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar del Ministerio para la Transición Ecológica desaconseja la realización del proyecto MedSalt-2 de sondeos acústicos con cañones de aire comprimido por su elevado impacto ambiental, revela también importantes errores científicos y múltiples deficiencias en el Estudio de Impacto Ambiental presentado por el promotor, el Instituto Nazionale di Oceanografía e di Geofisica Sperimentale (OGS) di Trieste (Italia)".

El responsable técnico de la Alianza Mar Blava recuerda que este proyecto de prospecciones, en concreto, afectaría de lleno a las intenciones del Ministerio y el Govern de ampliar el parque nacional de Cabrera.

En este sentido, la entidad detalla que el Estudio de Impacto Ambiental presentado por los promotores afirma que la presencia de cachalotes, rorcuales comunes, tortugas bobas y aves marinas en dicha zona no coincide con el periodo de la adquisición sísmica MedSalt-2. Sin embargo, la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar desmiente de forma categórica esas afirmaciones, aportando para ello abundantes datos científicos.

"Da la impresión de que la documentación aportada por OGS está sesgada para tratar de ajustar sus conclusiones a sus intereses particulares, aunque eso sea a costa de poner en riesgo las poblaciones de especies de fauna marina legalmente protegidas", afirma Carlos Bravo. "Esa manipulación de la información dice bastante poco del rigor científico del promotor del proyecto MedSalt-2", añade el representante de la entidad ecologista. Desde la Alianza indican que es cierto que los promotores italianos de los sondeos científicos reciben donaciones públicas, pero también cuentan con financiación de empresas de hidrocarburos. Este proyecto ya fue presentado en 2016 y el Ministerio lo retiró, pero "tras importantes presiones a nivel institucional" lo reabrieron este mismo año.

Bravo recuerda que su entidad nunca se ha mostrado en contra de la investigación científica en el mar: "Lo que pretendemos es que no se hagan mediante cañones de aire comprimido con un elevado impacto en el medio marino".

Alfredo Barón: "Los efectos de los sondeos son una anécdota al lado del daño de la pesca o los vertidos"

El geólogo Alfredo Barón, quien ha sido durante varias décadas alto funcionario del Govern y responsable de Estudios y planificación de la conselleria de Medio Ambiente, se define como un científico de izquierdas y que en muchas ocasiones ha colaborado con las entidades ecologistas. No obstante, cuestiona seriamente con datos y argumentos que las prospecciones sísmicas en el Mediterráneo tengan un impacto tan elevado como airean desde la Alianza Mar Blava, especialmente las de carácter científico. Lo hace en un informe que ha publicado en su blog personal ofreciendo una batería de datos y consideraciones técnicas.

"La posible afección de las prospecciones sísmicas petroleras resulta numéricamente anecdótica frente a la pesca accidental, por ejemplo. Podemos asegurar que solo los cetáceos muertos por sobrepesca en el Mediterráneo en un año, representan, aproximadamente, diez veces más que todos los casos documentados de afección por prospección sísmica a nivel mundial en los últimos 20 años, incluidos los afectados por maniobras militares". Así se expresa Alfredo Barón, que defiende el proyecto de prospecciones llamado MedSalt-2 que la Alianza Mar Blava quiere paralizar a toda costa y ya cuenta con un informe del Ministerio de Medio Ambiente donde detecta numerosas deficiencias de carácter ecológico en la prospección.

No obstante, Alfredo Barón asegura que es un proyecto científico con la participación de funcionarios públicos y financiado con dinero público: "Lo que pretenden es investigar y claro que los resultados tal vez sirvan a las compañías petrolíferas, pero será en otros lugares del planeta como Brasil. Nunca en el Mediterráneo".

Barón es considerado una autoridad en temas de recursos hídricos y subsuelo. Asegura que sondeos sísmicos científicos para la investigación en el mar balear se han llevado a cabo desde el año 2003 sin ningún tipo de problema. "Por el mismo motivo del impacto sonoro se podrían prohibir los ferris rápidos (por encima de los 10 o 14 nudos) hasta que todos dispongan de las medidas de mitigación de ruidos y de evitación de colisiones con cetáceos, pero claro, en este tema entran en juego los intereses turísticos", explica.

El geólogo arremetió contra los hoteleros, a los que considera como los verdaderos impulsores del movimiento en contra de las prospecciones: "A nuestros hoteleros les preocupa de repente el medio ambiente. No que las playas y el mar se llenen de plásticos y de contaminación, ni que los aviones, barcos y ferris que transportan turistas consuman petróleo, ni que Balears se llene de coches de alquiler que también lo consumen y por tanto, también contribuyen al cambio climático", asegura con ironía. "Les preocupa que cerca de la costa pueda haber una plataforma petrolífera que afecte en su negocio", añade con rotundidad.

Alianza Mar Blava

Barón critica con dureza a las organizaciones ecologistas, en especial a la Alianza Mar Blava. "Solo desde la más absoluta ignorancia -asevera el geólogo- o desde la demagogia y mala fe, puede afirmarse que el proyecto MedSalt-2 es una prospección de hidrocarburos. Se trata, en todo caso, de reconfirmar su no existencia. Y afirmar que detrás del camuflaje científico se oculta dicha intención y que los científicos que participan en el proyecto pretenden vender los datos a las empresas petroleras, es una calumnia miserable, indigna del movimiento ecologista. Tan infame como si alguien afirmase que la Alianza Mar Blava está al servicio de los hoteleros y del turismo".

Uno de los argumentos de Barón es que en las campañas de búsqueda de petróleo se utilizan entre 18 y 70 airguns (cañones de aire comprimido), con volúmenes entre 2.500 y 10.000 pulgadas cúbicas. Mientras, en las científicas solo emplean de 1 a 4 airguns entre 60 y 840 pulgadas cúbicas.

El geólogo indicó que lo que se pretende en este proyecto de investigación es conocer "el funcionamiento del ácido sulfhídrico, que es una capa salina muy potente que rodea bolsas de petróleo muy importante". Los resultados de la investigación se utilizarán en las plataformas petrolíferas del resto del mundo, según Barón, no en el Mediterráneo.