El inspector Jefe Antonio Suárez se mostró ayer profundamente dolido por la imputación por presunto cohecho emitida por el juez Juan Manuel Sobrino y su consiguiente aparición en las páginas de este periódico. Suárez, que actualmente está al mando de la Policía Judicial y que durante muchos años ha estado al frente del Grupo de Estupefacientes y de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO), negó categóricamente su supuesta implicación en cualquier hecho delictivo.

"No haría nada jamás que pudiera manchar el nombre de la Policía y mi propio nombre", recalcó. Al mismo tiempo, Suárez aseguró haber estado recibiendo ayer mensajes de compañeros para insuflarle ánimo. "Los jefes me han dado todo su apoyo", señaló.

"Es todo falso"

Antonio Suárez negó ayer cualquier atisbo de verosimilitud ante las graves acusaciones vertidas contra él y su consiguiente imputación por presunto cohecho. "Es todo falso", espetó.

El actual responsable de la Policía Judicial vaticinó un corto "recorrido" a los cargos que pesan sobre él y sobre los que tendrá que prestar declaración el próximo mes de octubre.

Paradójicamente, Antonio Suárez fue el principal investigador de un caso de corrupción policial muy similar al que se le imputa a él, el llamado 'Caso Son Banya'. Las pesquisas culminaron con la condena y expulsión del Cuerpo del exjefe de Atracos José Gómez Navarro 'Pepote'. "Todo estuvo judicializado desde el principio", resaltó.

Suárez coincidió ayer con Cerdà en señalar a El Ico como el autor de este denuncia contra ambos. Al igual que el excomisario aseguró que la motivación del hijo de La Paca sería "una venganza".

En este sentido, Antonio Suárez se mostró confiado de que su inocencia quedaría acreditada en su próxima comparecencia judicial en octubre. No obstante no ocultó su preocupación por si persiste la sombra de la sospecha. "Mi nombre se ha manchado y quitar las manchas es muy difícil".