El Consell de Mallorca permitirá regularizar las marinas secas a través del Plan de Intervención de Ámbitos Turísticos. En su disposición adicional séptima fija un régimen excepcional para autorizaciones de este tipo de instalaciones ubicadas mayoritariamente en suelo rústico de manera ilegal. Así pues, el Consell dará luz verde a las marinas secas ubicadas en suelo rústico por vía de la declaración de interés general "si son sólo de almacenaje y para embarcaciones inferiores a ocho metros, ubicadas en un máximo de tres kilómetros de un puerto o 500 de un polígono industrial, no ubicarse en colinas o cerca de elementos con valor patrimonial".

"No es una legalización de las marinas secas existentes, sino que se tendrán que analizar una a una", señaló la consellera insular de Territorio, Mercedes Garrido. En cualquier caso, su regularización era complicada salvo que un instrumento como el PIAT las habilite.

Las nuevas altas de alquiler turístico tendrán que cumplir los requisitos exigidos por el PIAT, de manera que no se podrán conceder nuevas licencias en aquellas edificaciones construidas y con licencia de edificación anterior a 28 de julio de 2018.

Tanto la consellera insular de Territorio como el presidente del Consell, Miquel Ensenyat, insistieron ayer durante la rueda de prensa en que el PIAT se basa en tres ejes: "contención, equilibrio territorial y paisaje". "Así es como se cambia el modelo turístico y no a base de pancartas y críticas", dijo el conseller insular de Economía, Cosme Bonet.

Discurso triunfalista

El GOB recibió con duras críticas el contenido del PIAT presentado ayer. La organización ecologista lamentó que el Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos considere como ámbito turístico a toda la isla. "Puede parecer una evidencia para algunos, pero hasta hace poco los Planes de Ordenación de la Oferta Turística regulaban la actividad turística en las zonas turísticas litorales", mientras que ahora "con el PIAT toda la isla se convierte en zona turística", señalaron mediante una nota de prensa.

Además, insistieron en que el techo de plazas supone dos turistas por cada habitante en Mallorca, "un dato a día de hoy ya superado e insostenible". En este sentido, apuntaron que si en 2016 en todas las islas había 429.000 plazas, ahora se fija un techo solo para Mallorca de 430.000, que son las plazas hoteleras existentes, más las viviendas vacacionales existentes más la bolsa de plazas de 43.000 alojamientos.

Por todo ello, los ecologistas aseguraron que, "a la espera de estudiar la propuesta con más profundidad" consideran que el discurso "triunfalista de racionalización de la actividad turística con que se ha presentado el PIAT es totalmente falso".