El Servei de Salut financiará con dinero público, antes de que acabe este año, un nuevo medidor de glucosa que permitirá mejorar el control de la diabetes para determinados pacientes con esta enfermedad.

Con este aparato no es preciso pincharse en un dedo con una lanceta para obtener una gota de sangre con la que realizar la medición y, además, permite realizarse todas las pruebas que el enfermo desee pasando el medidor sobre un parche-sensor instalado en el antebrazo como si de un escáner se tratara.

Esta sencilla forma de obtener las glucemias (niveles de azúcar en sangre) permitirá al paciente mejorar en el conocimiento de su enfermedad y saber cómo actuar ante las diferentes situaciones cotidianas de su vida.

Así, por ejemplo, se podrá medir el azúcar antes de realizar una actividad deportiva, en el trascurso de la misma y al acabarla. De esta manera sabrá cómo han fluctuado sus glucemias y cómo deberá actuar en otras situaciones similares: si debe inyectarse más o menos insulina o si debe ingerir más alimentos antes para prevenir peligrosos descensos en sus niveles de azúcar (hipoglucemias).

Fuentes del departamento de prestaciones sanitarias del Servei de Salut explicaron que una vez que un equipo de endocrinólogos haya entregado un informe en el que se determine cuántos diabéticos se pueden beneficiar del nuevo aparato (no está indicado para todos los pacientes con esta enfermedad metabólica, ver información bajo estas líneas) se comenzarán los trámites burocráticos del concurso público para adquirir estos nuevos medidores de la glucosa.

Fuentes a las que ha tenido acceso este diario revelaron que este informe será entregado en una reunión que se celebrará el próximo viernes.

En la actualidad en el mercado existen varios tipos de estos sistemas de monitorización continua de glucosa (conocidos coloquialmente como monitores flash), unos más complejos y difíciles de usar y otros más sencillos, aunque desde el departamento de prestaciones sanitarias del IB-Salut la opinión es que han llegado para quedarse. Que surgirán en breve nuevos modelos y más económicos, lo que, en su opinión, provocará que "dentro de tres o cuatro años ningún diabético se pincharé en el dedo".

Precisamente, la Asociación de Diabéticos de Balears (ADIBA) había iniciado hace unos diez días una recogida de firmas entre sus más de mil asociados con el objetivo de presionar al Servei de Salut para conseguir que los financiara.

La vicepresidenta de ADIBA, Catalina Taberner, sostiene que estos medidores estarían indicados para todos los pacientes diabéticos con la enfermedad mal controlada que se realizan entre seis y siete controles diarios con los medidores tradicionales. "Los medidores flash cuestan unos sesenta euros y los parches-sensores que miden el nivel de azúcar, que duran unos quince días, otros sesenta. Así, una vez adquirido el medidor, el coste de hacerse las mediciones durante todo un mes ascendería a unos 120 euros", arguye añadiendo otra de las ventajas de estos aparatos: que marcan la tendencia de la glucosa.

Agravio comparativo

Y Taberner no desaprovecha la oportunidad para denunciar que en otras comunidades autónomas, a diferencia de lo que pasa en Balears, ya están financiando estos medidores. "Se paga en los servicios de salud de Castilla La Mancha, en Madrid, País Vasco, Valencia, Cantabria y, recientemente, en Cataluña", compara la vicepresidenta antes de terminar añadiendo que "en países de nuestro entorno como Francia, Portugal y Grecia también está autorizado el uso de estos medidores con cargo a fondos públicos".