La conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca ha remitido hoy a las organizaciones agrarias las primeras propuestas de fomento del sector, afectado por la bacteria Xylella fastidiosa, que han surgido de la Mesa de Seguimiento de Xylella y de las mesas sectoriales de viña, frutos secos y olivar, a fin de que se puedan acabar de consensuar.

La Conselleria ha comunicado de manera formal que el 19 de octubre la Unión Europea aprobó la propuesta de modificación de la Decisión de Ejecución de la Comisión, sobre medidas para evitar la introducción y la propagación de Xylella fastidiosa, que reconoce como infectado todo el territorio de Baleares. Por lo tanto, se tienen que aplicar las medidas de contención y el Estado miembro, de acuerdo con las propuestas de la Comunidad Autónoma, tiene que definir las especies aceptadas para la plantación.

Entre las medidas de fomento planteadas para minimizar los efectos de la bacteria se prevén un Plan de Reestructuración de las Plantaciones de Frutales, una modificación del Programa de Desarrollo Rural (PDR), una aportación estatal a la prima de frutos secos de cáscara y planes anuales de choque con tratamientos fitosanitarios, además de la ampliación de la red de fincas colaboradoras para continuar la investigación y la experimentación empezada por la Conselleria.

El Plan de Reestructuración de las Plantaciones de Frutales, destinado a plantaciones de almendro, algarrobo, albaricoquero, higuera y olivo, recoge una ayuda anual, para el año 2018, de un millón de euros procedente de la ecotasa, aunque esta cantidad se puede ampliar según la demanda. El objetivo es conseguir entre 4.000 y 6.000 hectáreas de nuevas plantaciones.

El Plan, con el objetivo principal de conseguir una reestructuración ordenada y gradual de las plantaciones de fruteros, se define a diez años. Se tiene que tener en cuenta la necesidad de disponer de material suficiente para abastecer la demanda y haber generado los conocimientos suficientes sobre la bacteria y las variedades resistentes, de manera que se tome la mejor decisión posible en cada caso.

Estas ayudas se tienen que vincular al cumplimiento de la guía Buenas prácticas agronómicas para la prevención de Xylella fastidiosa, publicada por la Conselleria.