La autonomía de centro es uno de los mantras que la conselleria de Educación viene repitiendo desde el inicio de la legislatura al considerarla una estrategia clave para mejorar los resultados. Pero la autonomía va ligada asimismo a la rendición de cuentas y el próximo paso desde Educación es fijar un mecanismo para evaluar qué están haciendo los centros con esa autonomía y ligar la asignación de recursos a la consecución de objetivos.

Así lo ha explicado a este diario el director general Antoni Morante, responsable de Ordenación, Planificación y Centros. La idea es aprobar una orden de evaluación de los centros a lo largo del próximo curso. Así por ejemplo se revisará qué ha pasado con los resultados de los centros que hayan recibido una asignación para un determinado proyecto (de innovación pedagógica, por ejemplo) o con un finalidad concreta (como podría ser mejorar la comprensión lectora). La orden no se limitará a fijarse en los resultados, también atenderá a otros aspectos como el clima de trabajo.

Se evaluarán también qué efectos han tenido las decisiones tomadas por los colegios e institutos haciendo uso de esa mencionada autonomía (como por ejemplo, el proyecto lingüísticoproyecto lingüístico) y se supervisarán asimismo las iniciativas impulsadas desde la Administración: por ejemplo, la reducción de las clases en grupos más pequeños (máximo de 15 alumnos) en Inglés en Secundaria: ¿Ha servido para algo la inversión hecha para desdoblar grupos: ha mejorado el nivel de competencia lingüística en inglés de los alumnos?

"De momento, trabajamos en una herramienta de autoevaluación", indica Morante. El departamento de Inspección ha confeccionado un documento con orientaciones para que los equipos directivos planifiquen este 'autocontrol'.

Entre las recomendaciones están hacer una evaluación de los alumnos al inicio de curso en determinados casos como el inicio de etapa y comparar los resultados (trimestre a trimestre y respecto a otros cursos, la media del centro y el promedio de la isla) y reaccionar cuando se detecten desviaciones de más de diez puntos. También aconsejan que los tutores de 6º de Primaria se coordinen con los de 1º de ESO para evitar esa brecha que supone para algunos alumnos el paso del colegio al instituto.