Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Valentina Milano: "A la UE le importa más el déficit que miles de refugiados, a los que excluye y deja morir"

Ha relatado situaciones "horribles" de Guantánamo, Brasil y Congo, pero recuerda que en Mallorca los derechos humanos también sufren: "La explotación sexual está aquí, pero se mira a otro lado"

La profesora denuncia que el poder judicial no está sensibilizado con la trata. pere joan oliver

-La UIB colaborará con el Pacto Mundial sobre la Migración, ¿cuál es el objetivo?

-Ahora hay una crisis muy fuerte de migraciones y con el tema de los refugiados y por suerte hay cierto nivel de conciencia de que las cosas no se están manejando bien. El año pasado los estados firmaron la Declaración de Nueva York para negociar un nuevo marco normativo internacional para tener leyes unificadas más apropiadas. Ahora, veremos si el problema es de normas o de voluntad política. El marco normativo actual no es que sea malo, es viejo. Las normas son de después de la II Guerra Mundial, hace falta un marco actual y más elaborado, incluyendo los derechos humanos de los refugiados y cómo se han de acoger. El acuerdo no ha de ser aprobado por unanimidad y luego cada país decide si lo ratifica.

-¿Cuántas personas están en proceso de migración ahora mismo?

-Según ACNUR, 65 millones de personas tuvieron que desplazarse forzosamente en 2016.

-¿En qué línea irán las aportaciones de la UIB?

-La ONU ha seleccionado a treinta universidades, dos de España: la UIB y Deusto. Haremos propuestas sobre las garantías de protección que deben darse a refugiados y migrantes en general. En septiembre iré a Viena a la primera reunión, centrada en el tráfico y la trata. Las mafias los captan durante el viaje o en los campos de refugiados, donde hay pocos controles. Es dramático, son situaciones gravísimas que suceden también en Europa, como en Grecia.

-¿Qué se puede hacer?

-Hay que abordar esto e incluirlo en el nuevo marco. Por ejemplo, se pueden definir sistemas eficaces para detectar entre los migrantes cuáles están en especial riesgo de ser víctimas de tráfico o trata y actuar para protegerlos. Los protocolos que hay están más centrados en perseguir que en proteger a potenciales víctimas. Aportaremos líneas claras para garantizar derechos a los que llegan y evitar que sean víctimas o protegerlas si ya han sido captadas en el viaje. En un artículo basado en un informe del Observatorio Internacional de las Migraciones, el 80% de las nigerianas que llegan a España ya son víctimas de trata. Así que cuando llega una nigeriana a Europa cualquier policía u otro profesional encargado de acogerla ya puede identificarla como víctima y activar toda la normativa que obliga a protegerla, darle un periodo de reflexión y restablecimiento para recuperarse, recibir asistencia médica y psicológica y decidir si colabora con las autoridades policiales en sus investigaciones contra las organizaciones.

-La prostitución es muy visible, ¿no se actúa más contra la explotación sexual por impotencia ante estructuras potentes de crimen organizado o por desinterés?

-No todo son grandes grupos, hay pequeñas redes que montan negocios con chicas de su pueblo. Por ejemplo, hay muchos problemas con Rumanía y últimamente con China, llegan muchísimas víctimas de allí.

-Este diario publicó la semana pasada un artículo sobre los locales de masajes atendidos por mujeres chinas que ofrecen servicios sexuales.

-Sí, ¿por qué no se investiga más todo esto? La prioridad del Estado es frenar el flujo no proteger a las víctimas, lo que es contrario a la normativa española (como la ley de extranjería) e internacional, que fija una protección más fuerte para las víctimas de trata, mujeres en un régimen casi de esclavitud. En muchos casos no se hace porque no hay suficiente concienciación. En los cuerpos la consigna principal es captar a las personas en situación irregular. Pero la trata no se vincula únicamente a la inmigración irregular: entre las víctimas de trata hay personas en situación regular e incluso, y cada vez más, españolas, muchísimas. La semana pasada salió el caso de una española que desde los 15 años fue obligada a prostituirse. "En 2012 se condenó a España por no proteger a una prostituta nigeriana agredida por la Policía en Palma"

-¿Cuánto dinero mueve el crimen organizado?

-En 2009 generó 1,6 billones de dólares, el 2,7% del PIB mundial. La explotación sexual de las víctimas de trata generaría en España entre 3.000 y 3.700 millones de euros anuales, según el ministerio de Sanidad. El número de víctimas es muy difícil de cuantificar. Hay un informe de la UE con cifras de las que han sido identificadas oficialmente: 30.146 víctimas entre 2010 y 2012, pero la cifra real no tiene nada que ver.

-¿Si en lugar de mujeres fueran hombres se habría prestado más atención a este problema?

-Esto lo he puesto en un artículo. Es una forma extrema de discriminación contra la mujer, aunque en el imaginario colectivo se haya visto durante mucho tiempo como normal que la mujer está para satisfacer los deseos del hombre. Al añadir además que es prostituta y extranjera, se nota. ¿Cuál es la actitud de un policía ante una prostituta nigeriana? Suele ser estereotipada y discriminatoria. El Tribunal de Estrasburgo condenó en 2012 a España por un caso sucedido en Mallorca: una prostituta nigeriana fue agredida dos veces por policías en s'Arenal. Denunció, pero la justicia española nunca reconoció que había sido agredida. A través de una ONG, fue a Estrasburgo, que condenó a España, tanto al policía que le pegó como al poder judicial que no reconoció la violencia que había sufrido ni la protegió ni la compensó. Y todo, según el tribunal, por una estigmatización múltiple: por ser mujer, extranjera, negra y prostituta.

-¿Hay alguna razón o excusa que justifique la política de la UE con los refugiados?

-No hay excusa, la única razón es que pasan. Cuando interesa respetar de manera muy estricta la normativa europea en otros temas como el déficit, ahí van a rajatabla, pero cuando se trata de refugiados, pese a que la normativa es muy estricta, no se cumple ni se aplica. Tienen otras prioridades y a nivel político no interesa porque parece que pase factura 'ponerse del lado' de los refugiados, como Merkel.

-¿Cómo debería afrontar la UE esta cuestión: política de puertas abiertas total?

-Hay que abrir mucho más las puertas. En el Líbano hay un millón de refugiados, en un país de cuatro millones de habitantes y mucho más pobre que los de la UE. Eso deja a las cuotas propuestas por la UE como algo ridículo ¡y ni siquiera se cumplen!

-Parece una broma de mal gusto: la UE ha acordado restringir la exportación de botes inflables a Libia para reducir el tráfico migratorio en el Mediterráneo ¿Se recuperará la imagen de la UE?

-Será difícil. La UE nació con un fuerte componente social y fundamentada en el Estado de Derecho, ¿pero dónde está el Estado de Derecho ahora? A nivel de credibilidad y de cara a las generaciones jóvenes... el mensaje es muy malo.

-Si una institución democrática y social actúa así, ¿por qué nos extrañamos de que la ultraderecha saque tantos votos?

-La alternativa a la ultraderecha está floja. No se está lanzando un mensaje alternativo fuerte, que ilusione y apueste por los valores democráticos y el estado de derecho, cuando en los estados hay un clamor que pide acoger a los refugiados. Ahora los políticos no tienen visión a largo plazo, ni valores lo suficientemente fuertes ni coraje para defender los valores básicos de la UE y la ONU. Al actuar como lo hace, la UE lanza un mensaje claramente discriminatorio: hay miles de personas que no respetamos, que excluimos y dejamos morir. "Hay que esperar a la III Guerra Mundial para revisar las normas del Consejo de Seguridad de la ONU?"

-Con el conflicto sirio, la imagen de la ONU tampoco pasa por su mejor momento.

-En la ONU hay una parte muy comprometida y un trabajo diplomático: envían mediadores y hacen intentos de negociación, pero si las partes implicadas no quieren no les puedes obligar a ponerse de acuerdo. El último recurso sería el uso de la fuerza por parte del Consejo de Seguridad, pero ahí está el problema. Su sistema de funcionamiento es inaceptable: podía tener sentido tras la II Guerra Mundial, pero ahora el veto de los poderosos hace imposible muchas acciones y genera un grave problema de imagen. Ahora no es el momento, pero debe revisarse, ¿o tenemos que esperar a que estalle la III Guerra Mundial?

-En su etapa en la ONU viajó mucho por temas relacionados con la trata, ¿qué historia le impresionó más?

-He visto muchas cosas feas. Me impresionó la discriminación racial en Brasil y la violencia brutal hacia la población negra, que es el 50% de la población. Apenas están presentes en las estructuras de poder político y económico y sufren mucha violencia: son asesinados por la policía con impunidad total. Y no es un tema que esté mucho en los medios. Los indígenas están en una situación dramática: les quitan la tierra, los echan, los criminalizan y a los que intentan luchar por sus derechos los matan con impunidad. Lo del Congo también fue tremendo, con niños en cárceles donde no se da de comer a los presos...

-¿Llegó a ir a Guantánamo?

-Trabajaba con el relator especial por la independencia del poder judicial y temas de tortura y represión y pedimos ir pero el gobierno de EE UU no dio autorización. Hicimos el informe con testimonios de abogados, presos que habían estado... Fue un periodo muy malo para los derechos humanos, ahí empezaron muchos conflictos de hoy: cuando una potencia democrática como EE UU empieza a pisotear los derechos humanos así, legitimas el mensaje de que se puede torturar. Eso ha facilitado que países que torturaban ni se esfuercen en esconderse. En Guantánamo se ha pasado de unos 600 presos a unos 70. Seguimos padeciendo las consecuencias de todo lo que se empezó a hacer mal allí, por el modelo de conducta que se transmitió y por el nivel de conflictos que se han generado, la desestabilización de Oriente Medio... Las consecuencias las sufriremos mucho tiempo.

-¿No acoger puede derivar en radicalización? Europa les cierra las puertas e Isis se las abre.

-Sí. No aprendemos. Si respetamos sus derechos, esta gente intentará integrarse, contribuirán a las sociedades, estarán agradecidos... Mira Canadá, hizo lo que tenía que hacer: ha reubicado, cogiéndolas directamente desde Siria y llevándoselas en avión, a casi 30.000 personas. Y nosotros dejamos que crucen el Mediterráneo y se mueran por el camino. Una de las cosas que se negociarán en el Pacto Mundial es que ahora el refugiado tiene derecho cuando llega al país de acogida, pero tiene que llegar. En una situación tan generalizada de violencia y matanzas no se puede esperar que toda esta gente llegue hasta aquí por sus propios medios.

-Hay quien no cree que la integración evite la radicalización, ya que algunos de los presuntos yihadistas que han sido detenidos estaban integrados.

-Siempre hay casos. Los de fuera no son todos ángeles, pero es que nosotros tampoco lo somos. Mira cuántos corruptos tenemos 'de los nuestros'. Pero si maltratas a toda una sociedad, con acciones como las que empezó Bush padre, con Guantánamo, con cierre de fronteras... pues alimentas el fanatismo. Los refugiados a los que no ayudamos y cuyos derechos abandonamos... ¿cómo van a tener una buena visión de Europa? ¿Qué pasará con todos los niños que acaban en las mafias? No serán niños integrados y educados en valores democráticos. Les pasará lo peor y se convertirán en lo peor.

-Nos volvemos locos por el muro de Trump, pero nosotros tenemos las vallas de Melilla.

-Sí. Y no hay un clamor social. Hay sectores comprometidos, pero en general nadie dice nada.

-¿Deberían cerrarse los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE)?

-Sí. Las condiciones son tremendas. Desde la ONU hay un grupo de trabajo sobre detención arbitraria que ha dejado muy claro que los CIE solo son una medida de último recurso, ante evidencias de que la persona puede escaparse o ha estado involucrada en un delito. Pero llegan familias o personas sin sospecha especial que son detenidas y acaban en un centro, donde, además, no hay personal cualificado para identificar los perfiles de riesgo. Hay mujeres que pasan por allí y salen con sus traficantes, para ellos es un buen sistema. Permitimos y alimentamos, el negocio de la trata. Si hubiera acción contundente, y esto también se debe hacer en Palma, las cosas cambiarían. Sería interesante ver qué pasa con las mujeres tras las redadas, ¿se las trata como víctimas? Lo son. El 80 o 90% se prostituyen obligadas. Las chicas hacen un viaje durísimo, durante el cual ya suelen ser violadas y maltratadas; llegan; se las encierra y se las manda a su país donde las mafias las esperan en el mismo aeropuerto. Y España alimenta esto. "En Guantánamo empezó mucho de lo que sufrimos ahora, se legitimó la idea de que se puede torturar"

-En un año la llegada de pateras a Mallorca se ha disparado. Por lo general, los inmigrantes son enviados a la península, a algún CIE. ¿Qué alternativa hay?

-No hay obligación como tal de enviarlos a la Península. El cuerpo de Policía de aquí también debería identificar el perfil de estas personas: algunos puede que sean inmigrantes en situación irregular sin ningún agravante y en estos casos la ley contempla que han de ir al CIE, pero llegan muchos refugiados por conflictos o víctimas de trata, en riesgo. No hay suficiente gente formada ni suficiente cooperación entre las fuerzas policiales y las entidades especializadas, que en Balears hay varias, para identificarlas y protegerlas. No se hace. Pero no podemos enviarlos a todos fuera y ya está.

-Desde una isla y desde una universidad pequeña, ¿se puede luchar contra dinámicas tan grandes y poderosas?

-La explotación pasa aquí, las víctimas están aquí, las pateras llegan aquí. El equipo de agentes que lleva la trata tiene gente muy sensibilizada, pero muy pocos medios ante algo tan grave. El segundo problema es la falta de sensibilización del poder judicial. Les llegan casos pero los fiscales dicen 'no, no es trata'. No tienen formación ni están concienciados. Hace falta un compromiso más fuerte y una ley integral. Pero con la trata se mira hacia otro lado.

Valentina Milano es profesora de derecho internacional de la universitat de les illes balears

Compartir el artículo

stats