La Policía está buscando a dos sicarios que hace unos días propinaron una brutal paliza a la testigo que ha implicado, entre otros, a José María Rodríguez y Alvaro Gijón en la trama Cursach. No se cree que fueron los políticos investigados los que ordenaran esta agresión, entre otras cosas porque cuando se produjo no tenían conocimiento de sus declaraciones, sino que la paliza se vincula más bien a los episodios de amenazas que se han producido dentro de la investigación sobre las actividades empresariales del magnate de la noche.

La mujer fue asaltada el pasado sábado a las siete de la mañana. Dos individuos, que ella no ha podido identificar (dijo que le parecieron rumanos, pero sin confirmarlo) la sorprendieron cuando ella bajaba la basura. Los dos sicarios, que iban desarmados, habían forzado la cerradura de la puerta de la entrada, se abalanzaron sobre la mujer y la tiraron al suelo. Uno de ellos, el más corpulento, colocó su pierna sobre la pierna de la mujer para inmovilizarla. Le colocaron la cara de tal forma que no pudiera verles, pero debido a la fuerza de los dos individuos apenas se pudo mover. El mensaje que le lanzaron fue claro y contundente: "Si no quitas las denuncias, te mataremos y terminarás bajo tierra".

Además de amenazas verbales, la mujer sufrió varios golpes, repartidos entre piernas y brazos, y eso a pesar de que apenas se pudo resistir. Fueron puñetazos. Una vez lanzado el mensaje, los dos sicarios salieron a la carrera, huyendo del lugar, dejando a la víctima herida en el suelo.

La testigo, lógicamente, está atemorizada. Aún así, según confirmó a este periódico, no tiene intención alguna de desmentir ni una sola de las declaraciones que ha realizado, sobre todo las que afirma que en la discoteca Tito's, que pertenece al Grupo Cursach, se organizaban fiestas sexuales para policias y se vendía droga.

La mujer tuvo que ser ingresada en el hospital de Son Espases. Los médicos certificaron las lesiones que sufría, que se repartían entre brazos, antebrazos, muslo y pierna. Tuvieron que aplicarle un punto de sutura en la pierna, debido a la profundidad de la herida que presentaba. No fue necesario su ingreso, puesto que no tenía ningún hueso roto, sin bien salió del hospital, además de atemorizada, muy dolorida.

Esta semana la mujer ha comparecido varias veces a declarar en el juzgado. Por una parte, explicó al juez todos los detalles de la agresión sufrida y, por otra, mantuvo un careo con el chófer de Alvaro Gijón, que la desmiente en el sentido de que sostiene que no es cierto que el político acudiera a un club de alterne a consumir drogas.

Esta semana el juez Penalva ha decidido levantar el secreto que pesaba sobre las declaraciones que ha realizado esta testigo protegida. El motivo de esta decisión es, por un lado, para que cesen las amenazas que se están produciendo sobre algunos testigos y, por otro, para que los abogados de la defensa la puedan interrogar y le puedan plantear las preguntas que consideren necesarias en defensa de sus clientes.

Ratificará su versión

La mujer no tiene intención alguna de rectificar ni una sola de las palabras que manifestó al juez Penalva, no solo sobre las fiestas privadas que se celebraban en Tito's, sino también sobre la presencia de Rodríguez y Gijón en orgías en un prostíbulo de Palma, donde se consumía droga y se mantenían relaciones sexuales con prostitutas.

Los investigadores dan una total credibilidad a la testigo, porque la mayoría de datos que ella ha aportado ya los habían contado otros testigos. La consideran un testigo clave por cuanto muchos de los hechos que relata los presenció, es decir, no se lo contaron terceras personas, como por ejemplo la entrega de sobres con dinero a determinados mandos de la Policía Local de Palma. Entre otros, implica a Juan Mut y a Antoni Vera.