El actual equipo de la Universitat reanudó ayer la actividad tras las vacaciones e inició sus movimientos de defensa de su gestión tras haberse hecho pública la detención de dos de sus catedráticos y haber recibido críticas desde diversos frentes por no haber actuado antes pese a haber admitido que tenían constancia de "rumores" desde 2011. La maniobra de defensa, iniciada por Llorenç Huguet y su equipo a escasos días de que arranque el proceso electoral para elegir al rector, cubrieron ayer varios frentes.

El Consell de Direcció remitió un comunicado interno a todo su personal (profesores e investigadores así como responsables de administración y servicios) aportando más explicaciones a su proceder. Entre otras cosas, señala que fue la presidenta del Consell Social, Francesca Mas, la que llevó la denuncia a la Fiscalía pero precisa que lo hizo "de acuerdo con el rectorado". Asegura: "El Consell Social y el rectorado han ido de la mano en todo momento y han actuado con prudencia y rigor".

No dieron "más información a la comunidad universitaria" para no interferir en la investigación judicial y "por respeto a la presunción de inocencia de los implicados". El comunicado subraya que "ningún órgano de gobierno de la UIB tiene competencias ni capacidad para juzgar hechos presuntamente delictivos, es un trabajo que corresponde al ámbito judicial". El Consell de Direcció dice que la UIB tomará más medidas "si corresponde" cuando ya haya veredicto. De momento, los profesores imputados han sido apartados de la docencia, pero continúan cobrando su sueldo y pueden seguir desarrollando sus investigaciones.

El escrito concluye defendiendo el "reconocido" buen trabajo docente e investigador de la UIB: "Las acciones presuntamente contrarias a la ética profesional de unos no pueden enturbiar el buen trabajo global". Y dedica unas palabras a las víctimas "que hayan podido sentirse engañadas"

Ésa es una de las preocupaciones también de Jaume Carot, el vicerrector de Investigación que asumió todo el peso de la rueda de prensa que la UIB convocó el día que se hicieron públicas las detenciones, el pasado martes 11 de abril. Carot envió ayer un mail a varios investigadores de la institución asegurando sentirse víctima de "ataques personales" y criticando la labor de parte de la prensa en la cobertura de este caso. A partir de "según lo que se lee o se escucha", Carot concluye y deplora que: "Parece que todos seamos corruptos, estafadores y falsificadores de datos". El responsable de Investigación de la UIB cree "perverso" que se aplique la idea de que "como que dos personas de la UIB han hecho algo, el resto de investigadores de la UIB son iguales".

Carot quiere hablar para que no parezca que "quien calla otorga" pero dice que se lo han "desaconsejado de todas-todas". Reconoce que "no sabe muy bien qué hacer" y señala que admite ideas sobre posibles "iniciativas o actuaciones reivindicativas" que se les puedan ocurrir a los investigadores y se pone a su disposición, vía mail, por teléfono o en persona.

Por otro lado, Huguet ha iniciado una ronda de reuniones por facultades, con decanos y jefes de departamento y grupos de investigación para "compartir informaciones y opiniones" por la "presunta mala praxis" de estos profesores. Convocó las reuniones de urgencia el domingo a las ocho de la tarde y empezó ayer con Educación, Enfermería y Letras. Le acompañaron Carot y el secretario general, Pedro Grimalt.