Tras el verano de la saturación de 2016, Mallorca se prepara para ver crecer con fuerza la presión turística también en otoño y primavera. O así será si los vuelos y asientos de avión programados por las aerolíneas se convierten en pasajeros: tal como adelantó Diario de Mallorca el pasado lunes, esta temporada Son Sant Joan gestionará casi 30 millones de plazas de avión. Serán concretamente 28,8 millones, según la cifra que precisaron ayer en al empresa semipública que gestiona los aeropuertos, AENA, desde la que detallan que los vuelos se disparan un 11,4% hasta el final de octubre y añaden que los incrementos de actividad más drásticos se producirán "en los primeros meses de temporada y en los dos últimos meses".

Mallorca verá así extendida su saturación de verano a los meses de primavera y otoño, con lo que ello conlleva de positivo y de negativo. Positivo: la isla desestacionaliza y gana negocio fuera de los meses centrales de verano. Negativo: tras el colapso de julio y agosto del año pasado, este año la actividad en esos meses vuelve a crecer sobre máximos y, al tiempo, el abarrote se contagia a más meses, alimentando el discurso de ecologistas como los del GOB, que sostienen que la desestacionalización es en realidad el camino a la constante saturación.

Más allá de esas interpretaciones, los datos en crudo hablan de mucho negocio turístico. AENA, que ya está recaudando en Son Sant Joan más de mil millones de euros al año en tasas aeroportuarias, prevé llenar aún más la caja, con 14.000 aterrizajes y despegues adicionales. Según los datos facilitados ayer, la isla será el escenario de 164.000 operaciones de aterrizaje y despegue, un 11,3% más de las 150.000 del verano pasado. Y eso supone recibir casi un avión cada minuto y medio, acercándose así poco a poco a la capacidad operativa que ya se ha pedido a la torre de control, donde, como también adelantó este diario, pretenden pasar de las 66 operaciones de actividad máxima actual a gestionar las 80 para las que ya está preparado el aeropuerto, aunque no así su plantilla de control aéreo.

Ni ´brexit´, ni recortes de Tui

El incremento de actividad se produce en todos los mercados, empezando por dos de los más controvertidos últimamente: Alemania y Reino Unido. En el caso alemán, la amenaza de Tui de reducir vuelos desde Alemania como respuesta a los crecientes precios hoteleros mallorquines queda en nada: Alemania seguirá siendo el primer cliente de la isla. Concretamente, las aerolíneas han programado 9,6 millones de plazas en las rutas alemanas con Mallorca, un 6% de incremento que espanta definitivamente la amenaza de recortes de Tui. Y algo parecido pasa con el Reino Unido: mientras se suceden los informes que alertan del especial impacto que tendrá el brexit en las reservas turísticas en Mallorca, la realidad del mercado revela un crecimiento del 14,1% en la oferta de plazas en rutas desde el Reino Unido a la isla. Serán en total 6,2 millones de asientos para pasajeros británicos, un volumen incluso mayor que el que habrá en las conexiones con la península, que también crecen: este verano serán 5,3 millones de asientos, un 15,3% más.

Con todo, Mallorca se acerca así a la actividad frenética de los dos mayores aeropuertos españoles, Madrid y Barcelona, solo que con menos territorio e infraestructuras más limitadas. De los 204 millones de asientos de avión que ofrecerán las aerolíneas este verano en España, 28,8 millones corresponden a Mallorca, que registra un incremento de actividad que duplica el de Madrid, donde se preparan para recibir 41 millones de pasajeros. Esos mismos son los que suman juntos los tres aeropuertos baleares: al igual que Mallorca, Eivissa y Menorca asistirán a un fuerte incremento de la presión turística. Aunque menos que el de Mallorca: frente al 11,4% de aumento de vuelos de Son Sant Joan, en Eivissa registrarán un avance del 9,5% y en Menorca se quedarán en un más modesto y sostenible 7,1% de subida. Mallorca se prepara así para romper otro máximo: todo apunta a que en julio y agosto de este año se superarán por primera vez los cuatro millones de pasajeros en Son Sant Joan en un solo mes. Muchos más, para una isla igual de pequeña.