El Govern acaba de presentar el proyecto de remodelación del antiguo hospital de Son Dureta Son Dureta con una inversión de 119 millones de euros. El complejo sociosanitario contará con 450 plazas hospitalarias para enfermos crónicos y mentales, más una residencia geriátrica de 120 plazas para personas con alto grado de dependencia.

El área de hospitalización estará dividida en una unidad de convalecencia con 180 camas, una unidad de ortogeriatria con 30 y unidades de neurohabilitación, también con 30 plazas; cronicidad avanzada con 90 camas y una unidad de curas paliativas con otras 30 camas.

El proyecto contempla la rehabilitación del edifico circular central. No obstante, se procederá a la demolición de los edificios de consultas externas y el hospital materno-infantil.

La presidenta Armengol ha indicado que las negociaciones con el Estado, propietario del solar, van por buen camino y las obras se iniciarán esta legislatura. El objetivo es tener todos la tramitación de proyectos y adjudicaciones de obra durante este año y que en 2018 se pueda proceder a la demolición de los edificios que no se utilizarán. En su lugar se construirán dos edificios de nueva planta.

La presidenta Francina Armengol, ha asegurado que su Ejecutivo "apuesta por mejorar los servicios de la ciudadanía y en devolver los derechos que se habían recortado". Así, confía en que el nuevo centro sociosanitario, aborde las "necesidades de presente y, sobre todo, necesidades de futuro" de la población de las islas, dado el envejecimiento de la población.

El nuevo Son Dureta tendrá 76.000 metros cuadrados, de los que 43.000 serán de dos edificos de nueva construcción y 33.000 metros cuadrados del bloque semicircular del antiguo centro. El resto del antiguo hospital de referencia de Baleares será derribado, según ha explicado el vicepresident Biel Barceló.