Los hermanos Luis y Jaume García Ruiz manifestaron ayer al juez José Castro que su interlocutor con el Govern durante las obras del Palma Arena y los preparativos del Mundial de Ciclismo en Pista de 2007 fue el gerente del velódromo Jorge Moisés.

Sin embargo, los investigadores del caso siempre han mantenido que los que llevaron la voz cantante en todo el proceso fueron el entonces president del Govern Jaume Matas y su director general de Deportes José Luis-Pepote Ballester. Los tres figuran como acusados y condenados en otras muchas piezas separadas del Palma Arena.