La saturación habita en la imaginación de los residentes. O eso parece, si se atiende a la versión del presidente de Tui, que afirma que en el verano de todos los récords de presión humana, turistas disfrutaron de las islas. "Volvieron muy contentos. Suelen ser muy sensibles a las experiencias que tienen en sus vacaciones, pero no ha habido quejas de los clientes de Mallorca, y la satisfacción incluso ha subido", argumenta Ebel. Tan poco percibe Ebel el exceso de viajeros que de hecho quiere meter más turistas en la isla, aunque no encuentra donde: sostiene que están buscando hoteles, pero el mercado balear está demasiado disputado. De ahí que apuesten por los cruceros y por aumentar plazas en primavera y otoño .
Lo confirma el propio Ebel, que no percibe saturación y al mismo tiempo no encuentra sitio para sus clientes, algo que considera un buen síntoma: "Que hayan aumentado las reservas en Mallorca es positivo: eso es empleo y riqueza compartida".