Pere Joan Pons es el diputado socialista por Mallorca que, junto a la ibicenca Sofía Herranz, tendrá que pulsar el botón en el Congreso. Pons tiene claro que, por "coherencia" con el discurso mantenido por el PSIB, su voto será no a hacer presidente del Gobierno al popular Mariano Rajoy. "Mi abstención en favor de Rajoy sería deslegitimar la políticas acordadas en el Pacto de Govern de Balears", aseveró. Pons realizó estas declaraciones 24 horas antes del trascendental comité Federal que debe decidir si los socialistas facilitan o no un gobierno del PP.

El diputado por Balears explicó a este periódico que ha vivido y sigue viviendo momentos de mucha tensión en el seno del grupo parlamentario socialista en las Cortes. Reconoce que hay una corriente muy asentada, especialmente comandada por los diputados por Andalucía, dispuestos a que el PSOE se abstenga para investir a Rajoy. Pons, en una reunión del grupo parlamentario, explicó su postura favorable al "no al PP" y aseguró que antes que facilitar la investidura de Rajoy prefería unas terceras elecciones. Justo después de pronunciar estas palabras se escucharon sonoros murmullos de desaprobación de los diputados socialistas por Andalucía.

En las siguientes reuniones, el diputado por las islas ya ha tenido muchas dificultades para volver a exponer la postura del PSIB entre sus compañeros socialistas. "En uno de los últimos encuentros del grupo parlamentario yo llegué 4 minutos tarde debido a que el avión de Mallorca a Madrid se retrasó. Todas las peticiones de palabra ya estaban copadas por los favorables a la abstención. Lo mismo ocurrió el día que vinieron los representantes de la gestora. Es una estrategia que han puesto en marcha y los que nos consideran cercanos a Pedro Sánchez lo tenemos difícil para poder hablar", afirmó.

Una anécdota que ha trascendido fue una tensa reunión que mantuvo Pere Joan Pons con varios diputados socialistas por Andalucía. Tuvo lugar en un despacho del Congreso de los Diputados que presidido por una gran foto de Susana Díaz. Los Andaluces defendían que lo mejor para el partido era la abstención y Pons que el votante socialista no perdonaría que apoyaran un Gobierno del PP. El parlamentario balear admitió que dicha reunión con los andaluces y la gran foto de Díaz ocurrió: "Fue tan tensa como divertida", apuntó.

Disciplina de voto

El gran dilema que atenaza a los diputados socialistas es acatar o no la disciplina de voto que impondrá la gestora después del comité federal del próximo domingo. Sobre esta cuestión,Pons también se mostró claro y contundente: "Es ridículo poner en el mismo saco el argumento de la disciplina de voto sin ir a la cuestión de fondo que es saber qué sucederá con un partido centenario muy dividido. Imponer la disciplina de voto es una ofensa a la militancia y supone una vía para aquellos que no quieren mojarse. Yo creo que es como refugiarse bajo un paraguas de un tsunami que nos viene encima y nadie está analizando". El parlamentario isleño habló de la "coherencia que ha mantenido el PSIB desde el principio en su no al PP". Al mismo tiempo aseveró que "la gente que votó al PSIB no lo hizo para que apoyáramos al PP y quiero recordar que el voto de un diputado es personal e indelegable".