Un ex alto funcionario de la conselleria de Turismo, con 35 años de militancia en el PP, ha demandado a los exconsellers de Turismo de dicho partido, Carlos Delgado y Jaime Martínez, por haberle presuntamente acosado laboralmente durante la pasada legislatura. Fernando Asensi asegura que fue arrinconado en un despacho del Palma Arena por su postura crítica ante determinados expedientes.

"Mi dignidad personal y profesional se vio atacada por la superioridad jerárquica", explicó el miércoles Asensi en el programa Dues Voltes de IB3, que ha denunciado a los políticos del PP. A finales de 2011, "de un día a otro llegan Delgado y el resto y me quitan de jefe de servicio de Ordenación y Planificación turística, y me aíslan", desveló. "Mis acosadores -llama a Delgado, Martínez y el que fue secretario general de la Conselleria, Joaquín Legaza- me meten en un despacho en el Palma Arena, dándome trabajos innecesarios e inútiles. Son gente muy prepotente", les califica el ex afiliado del PP, que dejó el partido hace dos años.

Asensi ha ocupado distintos cargos dentro del PP, entre ellos gerente de campaña o secretario general adjunto. Durante su etapa en la conselleria de Turismo supervisó "más de 40.000 expedientes", señaló, "varios de ellos ilegales y en los que estaba comprometido Martínez", afirmó.

Intereses de Martínez

El exconseller de Turismo, arquitecto de profesión, habría mostrado interés por hoteles u otros establecimientos en cuyos proyectos había participado, según la versión que dado Asensi.

El ex alto funcionario desveló en la entrevista que fue él quien inició el expediente del polémico hotel Rocamar, en el Port de Sóller. La Justicia investiga ahora si Turismo en tiempos de Delgado y Martínez adquirió el destartalado hotel abonando un sobreprecio para beneficiar a otro alto funcionario del departamento. "Su trayectoria debería haber sido distinta, tenía que haber sido expropiado", aseveró Fernando Asensi. Explicó que él fue quien dio de baja las plazas del establecimiento, y que a su juicio la administración tenía que haber instado la expropiación en lugar de comprar el hotel para luego derribarlo.