Mientras en muchas facultades los profesores no saben cómo alentar a sus alumnos por la falta de oportunidades en el mercado laboral, en la Escuela Politécnica Superior (EPS) de la Universitat de les Illes Balears (UIB) la preocupación es otra: son las empresas las que le reclaman más titulados. Y avisan: si no encuentran mano de obra, acabarán dejando las islas. Lo describe la directora de la EPS, Loren Carrasco, que no sólo admite la escasez de Ingenieros Informáticos y Telemáticos en Balears, sino que se muestra "muy preocupada" por el tema.
Cada año se gradúan en la UIB entre 20 y 25 estudiantes del Grado en Informática y menos de 10 de Ingeniería Telemática. En total son, a duras penas, 30 titulados de estas especialidades que, según relata la directora de la Escuela Politécnica de la UIB, "son los que puede demandar una sola empresa". "No da para más", asegura.
Como adelantó ayer este diario, para el sector tecnológico local la falta de esta mano de obra está suponiendo un problema que ya se ha trasladado a la administración pública a través de la Fundación Bit, que gestiona el Parc Bit. Para solventarlo recurren a profesionales de la península y del extranjero. La universidad también recibe las demandas de las empresas que les piden soluciones. "Cada semana tenemos empresas que nos piden gente", relata Loren Carrasco, que ya señala las posibles consecuencias de la escasez de estos profesionales: "Las empresas ya nos están diciendo que tendrán que acabar llevando divisiones fuera de Balears por la falta de trabajadores", advierte la directora.
El problema, según explica Carrasco, no es sólo que se titulan pocos, sino que cada año son menos. En los últimos cinco años el número de alumnos de nuevo ingreso de la Escuela Politécnica superior se ha reducido a la mitad, pasando de más de 600 en 2010 a poco más de 300 en 2015. Todo ello en unas carreras que garantizan a su final la plena ocupación.
"Se les tiene por frikis"
¿Por qué los alumnos se decantan cada vez menos por estas titulaciones? La directora de la Escuela Politécnica superior de la UIB plantea varios factores que contribuyen a ello. El primero, que "la percepción social que se tiene de las carreras de Ingeniería Telemática e Ingeniería Informática ha cambiado: veinte años atrás tenía un prestigio y ahora a los estudiantes se les tiene por frikis", lamenta Carrasco. "Se ha instalado un prejuicio y es muy difícil de cambiarlo", comenta.
Un dato que destaca la directora de la Escuela Politécnica es que "cada vez hay menos chicas". Y ya son pocas: las mujeres que estudian las carreras de Informática y Telemática en Balears representan apenas el 15 por ciento del alumnado. En el caso del grado en Informática, no llegan al 10 por ciento, y la tendencia ha ido bajando los últimos cuatro años.
El segundo problema es la dificultad que se transmite de estas carreras y uno de los datos que contribuye a esta idea es que tienen las tasas de abandono más elevadas: "El primer año, a los dos o tres meses ya se van un tercio de los alumnos y al acabar el curso ya estamos en la mitad. Te entran 50 y al acabar primero ya tienes 25 fuera", describe la directora de la EPS. Y claro: "Que haya mucha gente que lo haya intentado y lo ha dejado asusta". No obstante, apunta los motivos: "La mayoría ni debería haberlo intentado". Recuerda que "como hay poca gente que se apunta" a estas titulaciones, no se cubren las plazas, "se coge a todo el mundo" y la nota de corte de acceso ronda el 5, y, señala, "que sea baja no significa que sea fácil". "Llegan con un perfil que no es el adecuado. Sin la base necesaria. Por eso fracasan", asegura y admite que estas carreras "requieren mucho trabajo pero no son imposibles".
El último factor que influye según Carrasco es que "las que ahora están de moda son las carreras de Ciencias de la Salud", como Enfermería, Fisioterapia o los nuevos estudios de Medicina.
Para promocionar las ingenierías, la Escuela Politécnica ha firmado un convenio con 24 empresas públicas y privadas para llevar a cabo actividades en los institutos que despierten el interés de los jóvenes estudiantes.
La falta de estos perfiles en Balears lleva a las empresas tecnológicas, muchas de ellas ubicadas en el Parc Bit, a competir entre ellas para captar a los perfiles profesionales que requieren o a recurrir a profesionales de fuera.
