Las reservas de agua de Mallorca siguen disminuyendo. El mes de julio ha supuesto un nuevo descenso en los acuíferos y embalses. Al empezar el pasado mes se encontraban ya a menos de la mitad de su capacidad, al 47 por ciento, el nivel más bajo de la última década. Ahora, la situación ha empeorado: se encuentran al 44 por ciento. Donde más se ha agravado la situación es en el Pla, donde el Govern ha declarado el nivel de alerta por escasez de agua. Diez municipios se ven afectados: Ariany, Campos, Maria de la Salut, Montuïri, Petra, Porreres, Sant Joan, Santa Margalida, Ses Salines y Vilafranca de Bonany.

A estos municipios, la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca recomendó ayer en rueda de prensa tomar medidas ante una situación que describe de "grave". Entre las iniciativas que enumeró la directora general de Recursos Hídricos, Joana Garau, para poder afrontar la situación están medidas de restricción tales como reducir el gasto de agua en la limpieza de calles, en el riego de jardines, en el llenado de piscinas, o, en el caso de los municipios costeros, en las duchas de la playa.

Muchas de estas medidas ya se están aplicando en municipios de la Serra, que aunque todavía siguen en situación de prealerta, la Conselleria habla de una "alerta técnica" ya que no tienen infraestructuras para el aprovechamiento del agua . De hecho, muchas localidades de la Tramuntana, para proveer a su red hidráulica, ya han necesitado del agua de camiones cisternas procedentes de las tres desaladoras de la isla, que, según la directora general, funcionan a pleno rendimiento para evitar explotar los acuíferos.

El resto de Mallorca sigue, como hace un mes, en situación de prealerta. Según advirtió Joana Garau, Palma se está acercando al nivel de alerta y el sur de la isla también se va agravando. En este último caso, añadió que, por su cercanía al mar, los acuíferos no bajan por la filtración de agua salada pero que eso implica que baja la calidad de estas reservas.

La directora general explicó que, después de haber tenido un invierno con pocas lluvias, los depósitos de la isla se han ido reduciendo desde marzo y que, a pesar de haber puesto en marcha las infraestructuras hasta ahora infrautilizadas, de haber mejorado la red para evitar fugas y de haber iniciado campañas de concienciación, "la situación va empeorando" por el aumento de la demanda, motivado principalmente por el incremento del turismo estos meses.

Entrada en emergencia

La directora general alertó que "si no llueve, los acuíferos seguirán bajando" y que ahora lo que pretende el Govern es "alargar" el aprovechamiento del agua. Garau recordó que Balears no dispone de plan de sequía, ya que todavía se está redactando y anunció su aprobación el próximo año.

Desde el Govern no saben cuándo puede declararse la situación de emergencia, pero se está "dejando descansar" las reservas de Llubí y s'Estremera, para "cuando sea más necesario".