El parto de la coalición entre Podemos y Més, a la que se sumará Esquerra Unida (EU), lleva su tiempo y mucho trabajo. Las cúpulas de ambos partidos están plenamente convencidas de que deben confluir bajo una misma marca ante las elecciones del 26-J, y tratan in extremis de salvar los escollos. El principal en su caso es el orden de concurrencia de los candidatos: Podemos no quiere ceder el puesto número dos de la lista (que correspondió a la menorquina Mae de la Concha) a Antoni Verger, que fue el cabeza de cartel de los nacionalistas en los comicios del 20-D. Més considera que le debilita concurrir con los podemistas en el tercer puesto de la candidatura. Ello también choca con la oposición de un sector en Podemos, que rechaza que Aina Díaz (que iba en dicho sitio de la candidatura en diciembre) quede relegada en beneficio de Verger.
Ayer por la tarde los dos equipos negociadores se encerraron en busca de un acuerdo de mínimos in extremis. Més lo necesitaba para poder presentarse esta mañana en Palma ante su asamblea extraordinaria, que debe ratificar la alianza, sin las manos vacías.
Encuentro con la militancia
La cita abierta con la militancia está convocada a las 10 de la mañana y hasta las 14 horas en la sala de actos de Comisiones Obreras. Ante la imposibilidad de cerrar ayer una propuesta de consenso respecto a la confección de la candidatura conjunta, el aparato de Més buscará esta mañana el apoyo de las bases para que el equipo negociador tenga manos libres y cierre el acuerdo que crea más conveniente.
Por parte de los econacionalistas acudieron la consellera Fina Santiago, el conseller insular Lluís Apesteguia y el número dos del partido, el diputado Antoni Reus. Los negociadores de Podemos son su líder, Alberto Jarabo, la diputada Laura Camargo, y el secretario de organización, Alejandro López. La presencia de Camargo y Jarabo demuestra la decidida voluntad de los podemistas de confluir en una 'marea' con Més en estas generales. En los prolegómenos, el nuevo líder de Més David Abril se ha encargado de acercar posturas. Pese a llevar con mucho sigilo los contactos, tanto desde Més como de Podemos afirman que no hay riesgo de ruptura por el camino y que la coalición llegará a buen puerto. Jarabo y Camargo deben vencer las resistencias internas a ceder protagonismo a Més, especialmente manifestadas por la presidenta del Parlament, Xelo Huertas, y Daniel Bachiller, como las caras más conocidas y con mayor ascendencia entre las bases.
En Més la coalición con Podemos tampoco resulta del agrado de todos. Las bases más catalanistas ven con malestar que se diluya el mensaje nacionalista con la marca de un partido estatal. Asimismo, se da por prácticamente descartado que finalmente Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en las islas secunde la coalición; todo apunta a que irá en solitario, apoyada por Barcelona.
Más fácil resulta sumar el apoyo de EU, máxime tras los resultados de la consulta celebrada esta semana a nivel de toda España, en la que las bases han respaldado la confluencia con Podemos.