Los mayores siempre han sido un colectivo muy apetitoso para la clase política gobernante. Prueba de ello son las excursiones, con comida incluida, que algunos alcaldes pagan a sus mayores una vez al año. Una actividad pagada con dinero público que muchos ediles hacen coincidir con las fechas previas a la celebración de la campaña electoral.
Sin embargo, los alcaldes tuvieron un modelo a seguir con el Consell de Mallorca. Especialmente frenética fue la actividad con los mayores durante las dos legislaturas en que Maria Antònia Munar estuvo al frente de la institución insular. Allí se acuñó el eslogan de "La Gent Gran en Marxa" y bajo su paraguas se organizaron jornadas de actividades gimnásticas, excursiones y visitas con comida incluida.
A todo ello hay que unir las cuantiosas subvenciones que se otorgaban a los colectivos y asociaciones de la tercera edad para realizar numerosas actividades en sus locales.
La crisis económica en la pasada legislatura obligó a reducir de forma importante estas actividades y las subvenciones a la gente mayor. El Consell presidido por la popular Maria Salom acometió un importante recorte en esta área, hasta el momento estratégica.
El pacto de izquierdas que en estos momentos gestiona el Consell de Mallorca tampoco es ajeno a la importancia política que representan las asociaciones de la tercera edad. Por ello ha impulsado esta iniciativa de la tarjeta de descuentos para mayores. Si bien hay que recordar que en este caso el coste para las arcas públicas será mínimo, ya que los descuentos que se proyectan los sufragan los distintos comercios adheridos.
