Cuando aún no existía el Registro Central de Delincuentes Sexuales -creado en marzo-, la única manera de acreditar que no se había cometido un delito sexual era aportar un certificado completo de antecedentes penales. Esto fue motivo de queja por parte de los sindicatos, al considerar que se vulneraba la protección de datos y la intimidad del profesional. Así por ejemplo lo expuso CCCOO, pero una vez creado el Registro consideran que el sistema sí protege la intimidad del profesorado y además, al poderlo comprobar la Conselleria sí se le da la pertinente autorización, no genera ningún coste. De esta manera lo señaló Toni Baos, responsable de enseñanza en el sindicato, que valoró que la protección del menor debe primar. Cosme Orell, secretario general de Enseñanza Pública en el STEI-i indicó que, ante el proceso de apertura de las bolsas de interinos que empezó ayer, han recomendado a sus afiliados que marquen la casilla mediante la cual autorizan a Educación a comprobar que su nombre no está en el Registro.