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Turismo

La oferta complementaria se suma al adelanto de la temporada turística

Muchos restaurantes y comercios planean abrir en Semana Santa y ya no cerrar hasta el otoño ante las buenas perspectivas - Los empresarios afirman que hay ambiente de euforia aunque admiten que se debe a visitantes "prestados"

Restauración y comercio reconocen el ambiente de euforia que se vive pese a asumir que abrá muchos "turistas prestados".

Hace apenas mes y medio el ambiente era muy distinto, pero los sectores de la oferta complementaria reconocen ahora que muchos negocios de zonas turísticas están planeando abrir en Semana Santa planeando abrir en Semana Santa y no volver a cerrar en abril, para mantener sus puertas abiertas de forma ininterrumpida hasta el próximo otoño por poco que “el tiempo y el número de visitantes nos lo permita”, según se apunta desde patronales como las de restauración o comercio. Sus responsables afirman que este año se está viviendo un ambiente de euforia superior incluso al de ejercicios anteriores, aunque no se oculta que este se debe a la previsión de una llegada masiva de visitantes de los que muchos de ellos son “prestados” por los problemas de inestabilidad que se viven en otros puntos del Mediterráneo. Pero aquí también se introduce una preocupación: existe la sensación de que apenas se está haciendo nada para fidelizar a esta clientela e intentar garantizar que seguirá viendo a las islas cuando los conflictos en otros países competidores se solventen.

La percepción de que el optimismo se ha instalado entre los empresarios ante los ingresos que se esperan para la presente temporada turística es generalizada, y es lo que ha provocado un cambio en el discurso de las asociaciones empresariales. Hace menos de dos meses, se lamentaba que la Semana Santa se celebre este año tan pronto, bajo el argumento de que después se iba a registrar un periodo demasiado largo de baja actividad, por lo que la estimación más general era que muchos negocios de la oferta complementaria iban a abrir sus puertas durante unos pocos días para luego volver a cerrarlas hasta finales de mayo. Ahora, el mensaje que se lanza es bien diferente: si los hoteleros abren estas próximas fiestas y mantienen la actividad, los negocios que los rodean van a apostar por secundarlos y también mantendrán sus puertas abiertas sin interrupciones.

Los hoteleros, por su parte, llevan meses afirmando que la planta de alojamiento que va a abrir en marzo y abril será muy superior a la del pasado año.

El motivo, según apuntan los presidentes de la asociación de restauración de Mallorca y de la patronal de comercio Afedeco, Alfonso Robledo y Rafael Ballester respectivamente, es que las perspectivas parecen ser cada vez mejores y, si la meteorología acompaña, se espera poder hacer cajas suficientes como para poder mantener las puertas abiertas hasta que se abra la temporada alta en junio. “Se han mejorado las conexiones aéreas, y si el hotelero permanece abierto y presenta unos niveles de ocupación aceptables, nosotros también mantendremos la actividad, porque al empresario lo que le gusta es ganar dinero. De momento, la impresión general es muy buena “, añade Ballester.

Estas previsiones se ven respaldadas por las del presidente de la asociación de distribuidores de alimentos y bebidas de Balears, Bartolomé Servera. Tras la reunión celebrada la semana pasada por este colectivo, la impresión generalizada es que las cifras de este año van a mejorar las de 2015, que ya fue calificado como un ejercicio histórico desde el punto de vista turístico.

Pero hay un dato especialmente relevante: los suministros que están contratando hoteles, restaurantes y bares de zonas turísticas no solo superan los del pasado año al llegar la Semana Santa, sino que en la mayoría de los casos se mantienen para días posteriores, señal de que no se espera volver a cerrar durante abril y mayo.

También el Govern dio ya unas pinceladas de lo que está sucediendo a principios de este mes, al poner de relieve el conseller de Trabajo, Iago Negueruela, el incremento que se está detectando en la reincorporación a sus empleos de los fijos-discontinuos, lo que permitía prever una temporada más larga que la de 2015.

Robledo, Ballester y Servera coinciden al pronosticar que tras el repunte de actividad de la Semana Santa se va a registrar un bajón, pero la previsión es que éste sea menos acentuado que en años anteriores, permitiendo así que los establecimientos se mantengan en activo.

“Como agua de mayo”

Además, otros empresarios isleños, especialmente en el caso del comercio de moda, reconocen que están esperando la llegada de turistas “como agua de mayo”, ante la debilidad del consumo de textil por parte de los residentes que se ha mantenido durante enero y febrero debido a unas temperaturas anormalmente altas. Así, la esperanza es que los visitantes extranjeros comiencen a hacer acto de presencia, en número lo suficientemente apreciable, a partir de la próxima semana, y que reactiven de nuevo la demanda en el comercio isleño.

Los representantes empresariales consultados no ocultan que el éxito balear se sustenta en buena medida en la llegada de clientes “prestados”, por los problemas que se registran en otras zonas competidoras (se recuerda el reciente atentado de Turquía), y se valora que el interés de los tour operadores por garantizarse plazas en las islas sea el reflejo más claro de la atracción que en estos momentos genera Balears como ‘destino seguro’.

Pero hay también un lamento, al criticar la postura “cortoplacista” que se mantiene en el archipiélago, felicitándose por el aumento de la clientela pero sin tomar apenas medidas para fidelizar a este turismo y garantizar que va a repetir su experiencia en Balears. En este sentido, se advierte de que se puede estar perdiendo una oportunidad histórica.

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